Cuántas veces hemos presenciado algún espectáculo urbano, donde los artistas de vez en cuando dicen: ”si no trae cambio, acepto billetes”. En la cultura popular mexicana, así como en otras partes del mundo, la cantidad de las cosas pesa más, literal. Por ello es que suele pensarse que el billete vence a la morralla.
Incluso en la Real Academia de la Lengua Española (RAE), la morralla se define como un conjunto de cosas de escaso valor, o bien, como aquellas monedas que valen poco.
Esta premisa del poco valor de las llamadas “moneditas” inspiró a Bodega Aurrerá a lanzar su nueva campaña publicitaria: “Morralla”. En esta iniciativa, que culmina el 2 de noviembre, el retailer ofrece a los consumidores una variedad de productos con precios de 5, 10, 15 y 20 pesos.
Lo rescatable de esta apuesta es que el retailer basó su comunicación en la oportunidad que tienen las amas de casa de surtir su despensa, sin excederse de su gasto. No obstante, aquí hacemos un paréntesis, pues la RAE y otros diccionarios de la lengua indican que la morralla, también se toma como un adjetivo despectivo, por ello debe cuidarse el uso de la palabra en todo discurso de marca.
En este caso, Bodega Aurrerá supo darle la vuelta a la palabra para dirigirla a su target. No imaginamos promoviendo la morralla a un Chedraui Selecto, por ejemplo.
Según datos del Banco de México, diariamente se intercambian 31 millones de pesos en morralla en el país. Este es un dato interesante que puede servir de referencia al resto de los retailers, cuyo target sea B- o C.