Desatar el miedo en los consumidores a través de prácticas de prankvertising es para mercadólogos valientes que se atreven a arriesgarlo todo, y que saben que en el camino pueden ganar muchos clientes o perder a otros tantos.
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El prankvertising se refiere a la unión de las palabras broma y publicidad. Sus estrategias están basadas en jugarle una broma a los consumidores justo en el momento en que están desprevenidos, por lo que muchas acciones de este tipo terminan espantando a la gente.
Para hacer prankvertising, los mercadólogos pueden auxiliarse de acciones de guerrilla, ambient o street marketing; pero lo que no puede faltar en la estrategia es el factor sorpresa.
Como ejemplo de una práctica de prankvertising es el siguiente video en el que como salido de un pastel de cumpleaños para sorprender al festejado, Chucky, el muñeco diabólico, hizo alarde de sus dotes histriónicos y maquiavélicos y de su filoso cuchillo, mientras salía de un mupi y perseguía a todo aquel que esperaba tranquilamente el transporte público.
Esta creativa instalación fue colocada en una de las calles de Portugal para espantar a las personas, y promocionar el lanzamiento de la película La maldición de Chucky que se estrenó el 2 de agosto de 2013.