En México y Latinoamérica todos los inicios de años están plenos de incertidumbre. Palabras más, palabras menos, los clientes inician los eneros con un consumo cauteloso y le ponen freno a sus deseos emocionales de comprar. Sólo por algún tiempo.
El consumo es un hábito natural y materialista dentro de nuestras realidades posmodernas (la meta modernidad) humanas. Es nuestra naturaleza comprar, desear productos y experiencias.
Del mundo para México, de lo global a la realidad local
Los ambientes en los mercados de consumo viven una transformación sin precedentes, ¿Por qué? Los mercados en se están frenando y generaran una involución de estrechez comercial. Lo que implica que surgen barreras comerciales y nacionalistas que promueven y difunden el consumo en los mercados internos de productos y servicios nacionales y nacionalistas. EE.UU. y China viven un guerra comercial que frenará las importaciones en muchos países de Latinoamérica. Los insumos serán más costosos y los productos nacionales por primera vez en mucho tiempo serán más económicos que los importados. Lo que se produce dentro del país será hoy, más competitivo que muchos productos internacionales o de importación.
En cuanto a las experiencias, se incrementarán en volumen las online y las experiencias offline incrementarán su valor de compra. Lo artesanal, ahora más que nunca será un artículo de lujo. Intentaremos, sin éxito regresar al origen de las cosas. Pero para eso, todavía falta mucho. Porque para llegar a lo más alto es necesario pasar por lo más bajo.
De México para el mundo
¿Qué pasará en el mercado mexicano? Muchas cosas sin precedentes. Lo nunca antes visto. Viviremos un ambiente de regeneración, reconstrucción y austeridad dirigido por las políticas económicas, políticas y sociales del nuevo régimen. Las marcas de lujo tendrán que replantearse su centro del mundo, buscar desde su origen su destino. Porque no necesariamente la austeridad republicana es enemiga del lujo, por el contrario, con mucha probabilidad ese segmento de clientes buscará nuevas formas diferenciadas de experiencias reales y únicas. Aunque pague más por ello. Las marcas de lujo serán un termómetro diferenciador de la reagrupación de los nuevos segmentos de mercado. El re acomodo será único y sin precedentes. Estos racionales y algunas cosas más, los aprendí de Claudio Flores en la video columna que grabamos juntos. Las preguntas que le generé a Claudio son muy básicas y elementales, ¿Cuál es el porvenir de los clientes en 2019? aquí su razonamiento y conclusiones a continuación.