Los clientes han evolucionado. Ya no sólo quieren un producto que satisfaga sus necesidades, sino que buscan algo más, algo con lo que puedan identificarse y compartir sus valores y su forma de pensar. En consecuencia, las marcas y las agencias han tenido que adaptarse a esto y han buscado el modo de desarrollar lazos fuertes y, sobre todo, duradero con los consumidores y con los shoppers. De esto surge el marketing relacional, cuyo mejor aliado para lograr este cometido es el CRM y te explicamos los motivos.
Como su nombre nos lo indica, un CRM, nos sirve para gestionar precisamente las relaciones que las empresas tienen con sus clientes. En sus bases de datos se puede registrar no sólo su nombre y su número de teléfono, sino también información sobre sus hábitos de consumo, así como también su nivel de satisfacción y el seguimiento de su compra.
Por medio de los cruces que se genera entre la información que conforma el CRM, y a través de su eficiente procesamiento, es posible generar conocimiento útil para mantener y fomentar la relación que existe con los clientes. De este modo se pueden obtener distintos insights para entablar y fortalecer un lazo con los consumidores.
Un buen modo de mejorar y mantener la relación con un clientes es por medio de la solución eficiente de las quejas y observaciones que ha hecho sobre el producto o servicio que ha comprado.
También es posible saber cuáles son los productos que más consume. Por medio de este conocimiento se pueden ofrecer artículos similares o incluso complementarios para que esté más satisfecho con la compra.
A través de un CRM también se puede saber cuáles vendedores son los que venden más, con la finalidad de analizar su comportamiento con el cliente y detectar qué es lo que está funcionando tan bien para que concluya la compra.