En las últimas horas se reportó que Toyota Motor suspendió la producción en sus fábricas con sede en Japón, luego de que un sistema informático que procesa pedidos de piezas de vehículos fallara el martes, lo que obligó al cierre de 14 plantas de ensamblaje. De acuerdo con Reuters, la interrupción cerró un sistema que es el núcleo de la manufactura lean de Toyota, una forma de reducir el inventario y maximizar la eficiencia de la producción que el fabricante de automóviles nipón fue pionero y que sus rivales han adoptado ampliamente.
La fuente citada destaca que la producción de Toyota en Japón equivale a cerca de un tercio de su producción global, ante esto, se promedia una producción de alrededor de 13.500 vehículos por día, cifra que excluye los vehículos de los fabricantes de automóviles del grupo Daihatsu e Hino. Aunque se desconocía para cuándo se habilitaría la producción, Toyota ya informó que reanudó operaciones en 12 de sus fábricas nacionales este 30 de agosto. Y la compañía estima restaurar las otras dos fábricas pendientes más tarde este mismo día, completando una recuperación total.
Suspendió sus operaciones casi durante 24 horas debido a los problemas mecánicos con su sistema de pedido de autopartes, antes mencionados. Toyota aclaró que aún no ha solucionado el problema, pero reemplazó el sistema de pedidos actual con equipo temporal. La empresa continúa trabajando la investigación de la causa, sin embargo, reiteró que era poco probable que se produjera un ciberataque. Y es que el fabricante del Prius ha presentado en los últimos meses una serie de incidentes desde que Kōji Satō reemplazó al presidente de Toyota, Akio Toyoda, como Director Ejecutivo en abril.
En los meses transcurridos desde entonces, incluso cuando la compañía busca reformar su enfoque hacia los vehículos eléctricos y los desafíos de fabricación relacionados con la vista puesta en el líder estadounidense de vehículos eléctricos, Tesla (TSLA.O), también ha informado de algunos pasos en falso. En abril, Toyota dijo que su filial Daihatsu había manipulado parte de la puerta en pruebas de seguridad de colisión lateral para unos 88.000 automóviles pequeños, la mayoría de los cuales se vendieron bajo la marca Toyota.
En mayo, dijo que había expuesto inadvertidamente datos de clientes en Internet de más de 2 millones de propietarios de Toyota debido a un error en la forma en que había configurado un sistema basado en la nube que utiliza para rastrear el servicio.
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