El día de ayer el Senado de la República y el Consejo Coordinador Empresarial (CCE), llevaron a cabo la firma del Acuerdo Nacional para la Nueva Economía del Plástico en México, suceso que fue promovido por Ricardo Monreal y Jorge Carlos Ramírez Marín.
Dicho acuerdo señala que las empresas se comprometen a llevar a cabo acciones que impliquen un reciclaje correcto de desechos de plásticos producidos en el país, con el objetivo de alcanzar un 30 por ciento de reciclaje de este material para el año 2030.
Ante esta resolución, organizaciones como Greenpeace y Oceana se manifestaron en contra, afirmando que se trata de una mera “simulación”, ya que no hay una solución de raíz, pues señalan que debe reducirse la fabricación de artículos hechos a base de plástico, tema que no está incluido en dicho acuerdo, afirman las asociaciones.
Una producción de peso
La Secretaría del Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT), informó que, a nivel global, se pueden utilizar hasta 500 billones de bolas plásticas anualmente, escenario en donde México se ubica como el doceavo país que más consume este material, de acuerdo con Greenpeace.
La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), por su parte, afirma que se producen 300 millones de toneladas de plásticos al año en el país, de las cuales sólo el 3 por ciento se recicla, situación que deriva en grandes afectaciones no solo por el nivel de desechos que se producen, sino también por estar hecho a base de petróleo, elemento que, por sí solo, perjudica de forma importante al medio ambiente.
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En cuanto al consumo percápita, también resulta preocupante, pues un mexicano puede consumir, en promedio, 770 gramos de plástico en un solo día, lo cual da como resultado más de 86,000 toneladas de desechos plásticos diarias a nivel nacional, según la SEMARNAT.
Más que solo dejar de producir
En entrevista para InformaBTL, Hiram Cruz, director general de la Asociación Mexicana de Envasado y Embalaje (AMME), dijo que en el país el plástico es el segundo material más utilizado en la elaboración de envases (29.4%), solo por debajo del cartón corrugado y papel (32.9%).
Comentó que el hecho de que sea el segundo más usado no responde únicamente a un factor de costos, sino también de protección, inocuidad y tiempo de vida de los productos, pues afirmó que este material es uno de los que más alarga la vida útil de cada producto, además de que su manejo, transportación y estructura favorece a los fabricantes.
Si bien se pronunció a favor de una gradual sustitución de dicho material, también comentó que es importante que se tomen medidas para no afectar a los productores de plástico y ofrecerles alternativas para innovar sus procesos, y que sus negocios, cliente y el propio consumidor no se vean afectados. Solo la industria de alimentos en México cuenta con el 30 por ciento de uso total de empaques en el país.
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