Por Jaime Torres Fidalgo
e-mail: jtfidalgo@yahoo.com
El pasado 12 de agosto fue definitivamente un día histórico no sólo para la industria de la aviación, sino también para el mundo de la mercadotecnia. Por primera vez en la historia, se realizó un concierto a 35 mil pies de altura, en un vuelo internacional (Toluca, México a Los íngeles, California) con el mejor grupo musical en su género (indiscutiblemente).
Los Jefes de Jefes (para los conocedores), o Tigres del Norte, como comercialmente se llaman, aceptaron el reto a todas tintas descabellado. Tenían más de cuarenta años de tocar su música en todo tipo de escenarios, perdón, no todo tipo, nunca lo habían hecho por encima de las nubes a 800 kilómetros por hora y con todo y su equipo de audio e iluminación (nada de unplugged o acústico).
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Se trató de una acción de mercadotecnia que realizaron en conjunto la aerolínea Volaris y el canal de televisión cerrada Bandamax con la agrupación, a quienes llevaron al punto más alto de su carrera. Pero, ¿por qué invertir más de 6 meses de planeación, horas y días de trabajo dentro de un avión, diversos trámites, procesos de seguridad, en un equipo de más de 30 técnicos, ingenieros, gente de marketing y staff, una pauta muy fuerte en medios, un agresivo plan de relaciones públicas y más, en un proyecto como éste? Un evento que sólo duraría cuatro horas y cuarenta minutos e impactaría directamente a sólo 153 pasajeros.
La respuesta es simple: el fin justificó los medios. Ningún medio de prensa va a publicar o transmitir una de esas campañas en las que regalan promocionales en la calle, hacen activaciones fuera del súper o regalan consolas de videojuegos o que cierta marca acaba de transmitir su nuevo spot de TV. Eso pasa todos los días en nuestro país y lo cotidiano no es noticia que bien valga las ocho columnas de un diario.
Pero, ¿y si les ofreces un evento que nunca antes había hecho nadie? ¿Qué parecía imposible incluso para quienes lo llevaron a cabo? ¿Irrepetible? Entonces corres el riesgo de que, como en este caso, tu evento sea transmitido y publicado en múltiples medios de comunicación en México, Estados Unidos y hasta Europa (hasta donde sé). El retorno de inversión en medios es bastante alentador. Finalmente, el mensaje no llegó a los 153 pasajeros solamente. Hablemos pues, en el sentido estricto de millones de impactos. Y de una acción que hizo historia.