“Los catálogos han muerto, los mataron los ordenadores” podría decirse en plena era tecnológica. Sin embargo, para suerte de muchos los catálogos siguen siendo una herramienta útil de mercadotecnia directa que lejos de morir son el arma fundamental de los retailers.
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De acuerdo con la Asociación de Marketing Directo en Estados Unidos, el año pasado el número de catálogos enviados por correo en aquél país fue de 11,9 mil millones.
En México, no es la excepción, además de que los catálogos son parte de las estrategias de email marketing, sobre todo de las empresas cosméticas, el catálogo físico es una de las herramientas de venta de las firmas multinivel como Oriflame, Mary Kay, Jafra, entre otras.
En este sentido, los catálogos lejos de ser reliquias debido al auge de los dispositivos móviles y el Internet, son herramientas de trabajo y una especie de vendedor silencioso.
De ahí que marcas como IKEA, Wal-Mart, Vicky Form, Price Shoes, por mencionar algunas, utilizan los catálogos como principal instrumento en el proceso de compra, y que las personas encontremos su arsenal impreso en la entrada de los canales retail o de otros canales de venta.
En entrevista para InformaBTL, Patricia García, gerente de mercadotecnia de Vicky Form, reveló que parte de la estrategia de marketing recae en el lanzamiento de cuatro catálogos por año, pues eso les permite dar a conocer los nuevos productos de la marca que van acorde con las temporadas.
A su vez, los catálogos son la clave para las mujeres que han iniciado su propio negocio, de tal forma que éstos son uno de los canales de venta predilectos de la marca de lencería.
Por eso, contrario a las profecías de algunos geeks, los catálogos seguirán existiendo.
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