Las industrias del marketing y de la publicidad demandan mucha creatividad. Podría decirse que es la metería prima a partir de la cual se realizan estrategias y campañas exitosas. Es necesario que empresas y departamentos especializados en esta área cuenten con personalidad que tengan esta capacidad bien desarrollada y que puedan enfocarla para hacer acciones de mercadeo disruptivas y funcionales. No obstante, para que ese espíritu creativo no se consuma es necesario que las organizaciones estimulen la imaginación y creatividad de sus colaboradores a través de diversas acciones creativas.
Como bien se realiza la analogía, el cerebro funciona de manera similar a un músculo: si lo tenemos realizando las mismas acciones una y otra vez, sin enforzarse, es probable que termine por atrofiarse, por decirlo de algún modo. Para evitar esto, las empresas deben apoyar a sus trabajadores para que realicen actividades artísticas, ya sea dentro de la oficina o fuera de ella. De este modo se ejercita el músculo creativo y se pueden conseguir estrategias más creativas y versátiles.
Fomentar que los colaboradores realicen actividades artísticas también los ayuda a ocupar su mente en otras cosas diferentes del trabajo, por lo que ayuda a que se desestresen y se desconecten de sus deberes, lo cual les ayuda a despejarse.
Si las actividades artísticas se realizan dentro del área de trabajo y se brindan espacios y apoyos para hacerlas, esto podría ser tomado como una especie de salario emocional, aspecto que puede resultar atractivo para los empleados y que también puede servir para retener el talento.
Cabe destacar que en un agencia o en un área de marketing y publicidad no hay sólo diseñadores o personal que se dedica a la parte gráfica, sino que también habrá copys y editores de video, por lo que hay que ofrecer una amplia variedad de opciones para que incluya a todos.