Derivado de un nivel más alto de inflación, y la situación económica general del país, consumidores en México muestran menos confianza al momento de comprar.
Según datos del Índice de Confianza al Consumidor (ICC), del Instituto Nacional de Geografía y Estadística (Inegi) y publicados en El Financiero, la valoración negativa del cliente en México fue de 3.1 por ciento en enero, respecto al mes de diciembre del año pasado.
De acuerdo con el indicador del Inegi, la situación económica actual del país es el principal factor para sentir desconfianza al momento de consumir determinados productos, y al realizar ciertos gastos este año.
La compra de bienes durables como muebles, artículos de línea blanca y aparatos electrónicos, son categorías en las que el cliente mexicano se siente con menos confianza de adquirir, registrando una caída de 1.6 por ciento, respecto al último mes de 2017.
Analistas de Goldman Sachs apuntan a que ante un nivel de desconfianza tal, por parte del consumidor en el país, es probable que las compras de algunas categorías o contratación de determinados servicios disminuya, ya que ante este panorama el ahorro se hará más presente, por lo que algunas marcas podrían ver afectado, en menor o mayor medida, sus ventas e ingresos.
¿Por qué la desconfianza?
Cómo se ha señalado, el nivel de inflación y cómo este impacta en el encarecimiento de productos básicos, hace que el cliente en nuestro país se ocupe más por considerar otras opciones de compra para sustituir lo que tenía planeado comprar, o bien hacerlo en establecimientos distintos.
A inicios de este año, se pronosticó un alza en los precios de bienes de consumo de la canasta básica, de hasta 20 por ciento, esto derivado del encarecimiento de los combustibles a inicios de año, así como de la incertidumbre por la posible salida de Estados Unidos del TLCAN.
Aunado a ello, y con un mes transcurrido, no se ha hablado de un incremento al salario mínimo, el cual de realizarse no representa un aumento importante, por lo que el consumidor podría ser más cauteloso, al momento de decidir qué, cómo y en dónde comprar.
Una medida que retailers offline y online pueden emprender para mantener un nivel de compra óptimo, son las diferentes promociones disponibles para el cliente. Desde descuentos directos, hasta meses sin intereses, son algunas de las estrategias que se pueden implementar y con ello no tener un impacto negativo en sus ganancias.