Uno de los principales errores que se cometen cuando se trabaja con marketing en general es considerar que quien confecciona una campaña es parte del público meta y que, por ende, lo que a él le guste o interese, será lo que el target querrá. Esto implica un sesgo no sólo en la toma de decisiones, sino en la generación de una estrategia. Si bien, muchas veces esto se realiza por medio de la intuición y experiencia, y puede funcionar, para que las elecciones sean más acertadas, pueden se puede trabajar con la ciencia de datos.
Sin duda alguna, la experiencia es primordial para realizar cualquier trabajo, pero si se pueden fundamentar las decisiones por medio del análisis y el estudio de los datos que se generan tanto a interior como al exterior de una empresa, estas elecciones que se tomen estarán fundamentadas, por lo que existe la posibilidad de que tengan una mayor probabilidad de éxito las estrategias se generen.
Cuando los datos son procesados, pasan a ser información, la cual puede ser estudiada y analizada, pero por medio de la experiencia de años, ésta puede ser transformada en conocimiento, el cual precisamente servirá para tomar decisiones estratégicas, pero también para realizar análisis predictivo precisamente poder anticiparse a algunos sucesos.
Sin embargo, dejar todos en manos de la experiencia o incluso simplemente de la intuición aumenta el riesgo de que una campaña o una estrategia no funcione correctamente o que no logre conseguir los KPI que se necesitan.
Más allá de verlo como una carga extra del trabajo que ya se tiene, es importante considerar que más bien la ciencia de datos puede ser una herramienta considerablemente útil para que las empresas aumenten su productividad de manera considerable. Por lo tanto, las compañías necesitan hacer un esfuerzo para integrar la de manera eficiente en su estructura.
