No es lo mismo ir a trabajar sólo por esperar una paga que hacerlo con pleno gusto por lo que se hace y con convicción de que el lugar en el que se trabaja es el mejor sitio para hacer lo que a uno le gusta. En el primer caso la mayoría de las cosas se hacen por una mera obligación; sin embargo, en la segunda cuestión, el colaborador hace lo que se le pide y más, porque está comprometido no sólo con que su trabajo salga bien, sino con el desempeño de los demás y de la compañía de la que forma parte.
Sin duda alguna, la productividad es uno de los principales aspectos que se ven beneficiados cuando los colaboradores están comprometidos con su trabajo. Como ya hemos mencionado, se esforzarán porque todo salga impecable y lo más rápido que se pueda, puesto que busca, sin necesidad de presionarlo, “ponerse la camiseta”.
Cabe destacar que cuando un colaborador está comprometido con su trabajo, lo hace con gusto en todo momento, por lo que habrá un ambiente armónico y positivo, al menos la mayoría de las veces.
Cuando un empleado está comprometido con su trabajo se convierte en el embajador de marca de la empresa. No sólo hablará bien de ella con sus colegas, sino que buscará defenderla en prácticamente todo momento. Esto es particularmente importante, especialmente cuando se la empresa está atravesando por una crisis de marca, en la cual, sus propios colaboradores estarán al pendiente para limpiar el nombre de la organización donde laboran.
Existen muchas maneras en las que los colaboradores pueden comprometerse con su trabajo. Quizá la primera y la más obvia es que se les ponga a hacer tareas que les gusten o que estén relacionadas con su quehacer profesional. Lo segundo que se puede realizar es aprovechar el event marketing hacia el interior de la compañía y ofrecer actividades que le sean interesantes.
