Sin duda alguna, hay aspectos que mueven a las personas a hacer cualquier cosa. Uno de los aspectos más importantes es la necesidad; sin embargo, hay otros puntos que más allá de ser un medio para un fin, son cosas que motivan a las personas a ir un paso adelante y a hacer más. Los gustos, las preferencias y las pasiones son cuestiones que pueden hacer que las personas hagan su trabajo con más gusto y que, a su vez, haya un mayor impacto en la productividad que tiene la gente. Para lograr esto, es necesario que las empresas contraten a personas que les guste aquello en lo que se van a desempeñar.
Cuando se contrata a las personas que les gusta y se dedican a lo que les gusta, el trabajo parece menos como una obligación y más como un espacio en el que pueden ejercer sus pasiones y sus preferencias.
¿Qué impacto tiene esto? Cuando la gente es contratada para hacer una trabajo que le gusta, el ambiente laboral cambia totalmente. Se vuelve más positivo. El principal motivo es que, cuando se cumple está condición, la gente está feliz y está satisfecha más allá de una determinada remuneración, sin restarle, claro, importancia a ésta.
Cuando la gente está feliz con lo que hace y además de todo lo realiza en un ambiente positivo, la productividad de los colaboradores aumenta. El no tener que hacer algo por una obligación explicita, reduce la fricción en la entrega de objetivos y de metas que se esperan lograr.
Es importante que los departamentos de recursos humanos de las empresas sean capaces de captar este tipo de talento, con la finalidad de que el desempeño generar de la compañía se vea beneficiado por los distintos aspectos positivos que puede generar la gente que trabaja en aquello que le gusta.
