Hoy más que nunca el consumidor analiza sus movimientos detenidamente, piensa y luego actúa, algo que las empresas no solo deben saber sino sobre lo que deben actuar. Para ello, se pueden refugiar en el neuromarketing.
Para ser precisos, el neuromarketing “es el estudio del proceso de la toma de decisiones de un consumidor antes, mientras y después de comprar”, de acuerdo con SEMrush, clave en un entorno en el que el consumidor ha cambiado definitivamente sus comportamientos, derivados de una crisis sanitaria, pero también económica.
Ante un entorno de incertidumbre, la reacción es ser previsor, pero los impulsos correctos al cerebro pueden ser más poderosos para hacerlo sentir seguro, bajo el compromiso de las empresas de cumplir realmente con ello, de aportar al consumidor y no solo vender por vender.
Las cifras están del lado del neuromarketing con una decisión financiera de 2,5 segundos y el 95 por ciento de las decisiones emocionales, solo 5 por ciento racionales.
El punto central en esta parte de la decisión de compra específicamente es el Córtex cerebral, que regula ser racional y evolucionado directamente al analizar las ventajas y desventajas antes de tomar una decisión en el punto de venta.
Empresas como Google comprueban que es el mejor aliado de las empresas, pues realiza estudios biométricos para evaluar la efectividad de los overlays en su plataforma de videos YouTube. En tanto, Microsoft investiga los sentimientos de tristeza, frustración, entre otros, mediante electroencefalogramas.
Estos ejemplos son definitivos para comprender que analizar más ese sector y concentrarse en estímulos de seguridad y confianza para el consumidor, pueden ser la diferencia entre captar su atención y cerrar un negocio.
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