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Tan sólo por debajo del Super Bowl con 780 MDD, los Juegos Olímpicos es una de las marcas de eventos deportivos más valiosas con 375 MDD, según datos de Statista.
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Según datos del COI, se prevé que la inversión para esta edición de la contienda deportiva fue de 12,600 MDD.
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Los ingresos generados por los derechos de transmisión de las competiciones fueron de 2,868 MDD para el 2016, de acuerdo con datos de Statista.
Los Juegos Olímpicos es uno de los pocos eventos deportivos que, a pesar del tsunami que ha implicado la propagación del coronavirus COVID19, se ha mantenido firme en mantener sus fechas de realización, mientras que otras actividades como la Fórmula Uno en distintas ciudades alrededor del mundo, el MotoGP de Qatar, la Serie A y la Liga Mx se han visto afectados y han tenido que modificar ya sea su realización o su calendario. Por primera vez desde comienzos de año (cuando se propagó la enfermedad), shinzó Abe, primer ministro de Japón, mencionó la posibilidad de aplazar este importante evento deportivo.
Shinzo Abe explicó que si los Juegos Olímpicos no se pueden llevar como se tienen previstos, y en atención principalmente a salvaguardar la salud de los deportistas, será necesario el considerar el aplazamiento de la serie de contiendas deportivas. Este anuncio llegó después de que el Comité Olímpico Internacional dijera que, durante el siguiente mes se hablaría con las autoridades niponas para definir el rumbo de la actividad.
Sin embargo, cabe destacar que la cancelación de los Juegos Olímpicos no está sujeta a negociación, según explicó Shinzo Abe. Esto se debe en parte a que, de acuerdo al contrato, si la actividad no se realiza en el año acordado, entonces el COI tendrá la obligación no sólo de indemnizar a los comités olímpicos nacionales participantes por su aportación para la realización de la actividad, sino también a los tenedores de derechos. Por este motivo, se está insistiendo en que se aplace, puesto que esto sí está contemplado dentro de las cláusulas entre las partes. Aunque cabe destacar que en el caso particular de Japón, la pérdida sería mínima, porque la inversión ya está concretada, en forma de infraestructura, por el dinero destinado, ya fue gastado y cobrado.
