Tener un trabajo definitivamente implica un compromiso mutuo entre la empresa y el colaborador, quienes laboran de manera conjunta para sacar adelante las obligaciones que se tienen con los clientes. Sin embargo, por más organización y estructura que haya en un trabajo es inevitable considerar que surjan los famosos bomberazos, los cuales exigen tiempo y esfuerzo extra por parte de todos. No obstante, hay ocasiones en las que prácticamente cualquier situación (aunque no tenga la relevancia o el nivel de prioridad) es considerado como uno y los trabajadores realmente nunca logran desconectarse del trabajo. ¿Por qué es importante respetar sus tiempos de descanso?
Uno de los principales motivos que hay que tener en cuenta es que por salud tanto mental como física es fundamental que las personas descansen. Si realmente piensan todo el día, todos los días en sus pendientes, esto implica a la larga un desgaste para el colaborador.
Si a esto le sumamos que incluso en sus días de descanso se le satura de tareas, es posible que sus niveles de estrés aumenten, puesto que, en lugar de desconectarse del trabajo y realizar otras actividades o simplemente relajarse, posiblemente termine haciendo las tareas que se le asignan.
Cuando no se respetan los tiempos de descanso de los colaboradores (lo que provoca que se encuentre cansado o estresado), es posible que su productividad se vea disminuida, lo cual no sólo repercutirá en su trabajo, sino que puede afectar al equipo al que pertenece.
Usualmente, los colaboradores que se encuentran estresados y cansados, suelen generar ambientes negativos de trabajo, lo cual también puede llevar a que tanto su productividad como la del equipo con el que colabora se vea afectada.
Lo más sano, tanto para la empresa como para el colaborador, es separar el trabajo de la casa y la casa del trabajo, para que su desempeño no se vea perjudicado.