Pokemón GO va mucho más allá que la mayor fiebre de videojuegos de la historia, es también una ventana abierta hacia infinitas oportunidades de marketing.
Puede parecer exagerado, pero la evolución de una de las licencias más grandes de Japón (y del mundo), cuyo origen tuvo lugar en los años noventas como una franquicia de Nintendo, ahora ha revolucionado al mundo reinventándose. Se trata una aplicación para dispositivos con Android e iOS que emplea el GPS y reloj de tu teléfono celular, para crear un fascinante juego de realidad aumentada con un gran campo de acción para el marketing.
La aplicación es por sí sola un rotundo éxito, pues tan sólo en sus primeras horas de existencia, ha rebasado las 8 millones de descargas en Estados Unidos, y es ya considerada la próxima mayor fuente de ingresos para su desarrollador Niantic. Una fiebre que se propaga rápidamente y en la que convergen realidad y ficción con características más que idóneas para crear estrategias de contenidos y marketing para las marcas globales que sepan cómo aprovecharlo. Las ventajas de la fantasía y los videojuegos, son ahora llevadas a escenarios de la vida real, para conseguir que el mundo digital no sea un límite.
El juego basado en los famosos “Pocket Monsters” (de ahí surge el término pokémon), no sólo es ideal para incluir de manera orgánica un sinfín de marcas y mensajes, sino también para realizar promociones cruzadas, usos de big data y alianzas comerciales. Aún cuando no es el primer juego de realidad aumentada, si un gran precursor del marketing interactivo que nos espera.
En la aplicación podemos encontrar hasta 151 creaturas (existen más de 720 en toda la historia de Pokémon), y desde ahora hace sonar la caja registradora de la licencia al vender artículos relacionados con Pokémon que prometen “cazar” a los personajes más rápido en el juego para avanzar.
En esta época en la que florece la pereza mental y esperamos recibir todo más desmenuzado, juegos como éste hacen el trabajo de la imaginación por nosotros, incluso en el escenario que nos rodea, fuera de las clásicas ilustraciones o animaciones propias de un dispositivo de video.
Para entender mejor qué es Pokémon GO, aquí su video de presentación, que al momento de escribir esta columna, contaba ya con más de 30 millones de reproducciones (y un intrusivo anuncio publicitario que me tuve que soplar para ver el video en cuestión):