Del productor Beau Willimon, House of Cards es una adaptación de la mini-serie británica del mismo nombre basada en la novela de Lord Dobbs, transmitida en la década de los noventa. Me gustaría saber como sería la versión mexicana, pero cuando pienso tal cosa suele pasar que me remito a esa película titulada “La Ley de Herodes”.
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Por lo visto febrero tanto del 2013 como del 2014 han sido sus años, el primero por su lanzamiento y el segundo por el estreno de su segunda temporada. La serie en realidad es de serie, con la primer temporada se colocó entre 9 nominaciones de los Premios Primetime de los Emmys, además de entrar en 4 categorías de los Globos de Oro.
El suceso al que nos enfrentamos debe tener un análisis, no es un tema menor, y no lo digo por las nominaciones, lo digo por los esquemas que se han roto, tal parece que pueden aplicarse para hacer marketing con una perspectiva distinta.
Le comparto el trailer y luego algunos puntos:
1.- Por medio de Netflix se produce y lanza la serie, lo que introduce a las videotecas de renta de películas, programas y series como una opción para los tiempos actuales, donde el usuario elige lo que desea ver, no lo que alguien ha programado.
2.- Unido al primer punto, la serie muestra como una empresa que se dedica a los servicios puede crecer su oferta por medio de valores premium, es decir, fabricados con rigor por si mismos.
3.- Emplaza con finura, podemos ver cafés durante toda la serie, iPhone y Blackberry como los reyes de los teléfonos móviles, algunos restaurantes, juegos de video y la misma Casa Blanca.
4.- Dentro del product placement, es inevitable la estrategia que se tiene, la de atacar segmentos con un perfil más maduro, por ejemplo, las escenas donde el Congresista Frank Underwood se muestra amante de los videojuegos, invita a sus émulos a probar las bondades del producto, entonces el emplazamiento no sólo se coloca para posicionar y vender, sino para crear nuevas conductas de compra y uso.
El poder y el sexo, ambos son excitantes, la publicidad se basa en conceptos como estos, pues los hombres somos aspiracionales y al mismo tiempo cavernícolas, así que cuando mezclas lo sublime y lo mundano, puedes obtener series brillantes como el detrás de cámaras de la política estadounidense.
Estaría encantado de leer sus comentarios, tal vez tengas el poder de dejarlos debajo de las líneas, hazlo anexando una tarjeta de atentos saludos.
