Los gigantes japoneses de videojuegos Sony y Nintendo han detenido los envíos a Rusia, uniéndose a una lista creciente de marcas globales que están saliendo del país luego de la invasión de Ucrania, “un crimen de guerra” sin precedentes, como se ha calificado en titulares los ataques como el reciente el bombardeo a una maternidad y hospital infantil en Mariúpol.
Sony Interactive Entertainment, el fabricante de PlayStation 5, anunció este jueves que suspendió el lanzamiento del juego de carreras “Gran Turismo 7” y las operaciones de PlayStation Store en Rusia. Además Sony Group también dijo que donó 2 millones de dólares al Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados y Save the Children “para apoyar a las víctimas de esta tragedia”.
Nintendo dijo que suspenderá todas las exportaciones a Rusia “en el futuro previsible”, citando “la volatilidad en torno a la logística de envío y distribución de bienes físicos”. La firma con sede en Kioto, fabricante de la popular consola Switch, también dijo que retrasó el lanzamiento del juego de estrategia por turnos “Advance Wars 1+2: Re-Boot Camp”, cuyo lanzamiento estaba previsto para el 8 de abril.
Nintendo dijo la semana pasada que puso su eShop en mantenimiento en Rusia después de que su proveedor de pagos suspendiera las transacciones en rublos rusos. También el día de hoy, Hitachi, uno de los mayores fabricantes de equipos electrónicos y de construcción de Japón, dijo que suspendería sus operaciones en Rusia, citando “múltiples factores, incluida la situación de la cadena de suministro”.
Hitachi hizo el anuncio días después de que el viceprimer ministro ucraniano, Mykhailo Fedorov, instara a la empresa a cortar los lazos con Rusia en las redes sociales, aunque no vinculó la decisión a la presión ucraniana.
Éxodo corporativo
Los movimientos se producen en medio de un éxodo nunca antes visto en la industria de marcas en su mayoría occidentales de Rusia, incluidas Shell, Apple, Disney, Starbucks, McDonald’s, Ikea y Heineken. Los fabricantes de automóviles y las aerolíneas japonesas también detuvieron las exportaciones a Rusia y suspendieron los vuelos a Europa, respectivamente, citando problemas logísticos y de seguridad.
Japón, uno de los aliados más cercanos de Estados Unidos, ha adoptado una línea más dura contra la operación militar del presidente ruso Vladimir Putin contra Ucrania que otros países de la región, donde la mayoría de los gobiernos se han negado a culpar por el conflicto.
Tokio dijo el martes que congelaría los activos de docenas de funcionarios y oligarcas rusos y bielorrusos, luego de anunciar sanciones contra el banco central de Rusia y el acceso del país al sistema de pagos internacionales SWIFT.
Aparte de Japón, Corea del Sur, Singapur y Taiwán han anunciado sanciones contra Moscú, mientras que Indonesia dijo que condena “cualquier acción que claramente constituya una violación del territorio y la soberanía de un país”.
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