Un planograma es una herramienta indispensable para los retailers y más para los promotores que hacen su labor en el punto de venta, pues a partir de estos esquemas es como los promotores saben exactamente con cuánto espacio cuentan para exhibir el producto.
Pero no sólo eso, un planograma conlleva un análisis gráfico, cálculos de rentabilidad, diseño, y sobre todo estrategia, pues estas herramientas van más allá de un mapa mental o una serie de trazos en un hoja de papel.
Básicamente las ventajas que otorga un buen planograma son las siguientes:
Rentabilidad
Los promotores pueden saber a ciencia cierta cuáles fueron las ventas que hubo por metro lineal, por superficie, o módulo.
Exposición
La característica más notoria es la exhibición de la marca, aunque esto depende de los acuerdos que se tengan con el jefe de piso, pues en todo punto de venta hay una jerarquía de productos.
Espacio
Un planograma permite la optimización y compactación de los espacios que se tengan disponibles. Aunque en México aplica “recorrerse cuando hay un hueco”, en lugares como Estados Unidos son más estrictos a la hora de asignar y respetar los espacios de cada promotor.
Inventario
Una cuarta ventaja es que los planogramas son efectivos cuando se trata de saber con exactitud cómo está la rotación de los productos, y por ende, cuál es el inventario preciso con el que se cuenta en el punto de venta.