Caray, cómo no reflexionar sobre este tema. Si es que muchos lo quieran o no, Enrique Peña Nieto es nuestro presidente electo. Primer líder de la nación y representante de todos los mexicanos dentro y fuera de este país.
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Está muy claro que le urge un asesor integral de imagen, de manejo de crisis y de su vida digital. Es triste porque esté haciendo las cosas de forma competente o incompetente, alguien no le está cuidando muy bien su espalda y su imagen.Le está provocando un daño. Quizá alguno de sus peores enemigos lo está asesorando en materia de su vida y contenido digital. Les cuento la serie de pifias que que le ocurrieron con fortuna o infortunio este 2 de septiembre y que lo proyectan con una imagen de torpe, inseguro y confundido:
1. Primer pifia: Envío de muchos mensajes, lluvia de mensajes contradictorios, no sabíamos ni cuál cachar, mejor hubiese posicionado su decálogo, too many options dirían los expertos.
2. Segunda pifia: Mucha retórica y poca sustancia. Los mexicanos ya no somos menores de edad, pensamos y entendemos lo que funciona y lo que no.
3. Tercera pifia: Hablar de corrupción, tan sólo hablar, usar la palabra o enfocar el tema es un gran error. Estando en una crisis de credibilidad y corrupción, debió de cambiar de tema. Cuando no quieres hablar de algo, tan sólo cambia el discurso o la conversación. Básico.
4. Cuarta pifia y en verdad una joya: Experimentar en vivo con un streaming vía Facebook, por querer verse modernos, se vieron muy improvisados, poco preparados, amateurs y hasta un poquito torpes en la transmisión.
Hago un llamado a los cuidadores de la imagen del presidente. Convoquen a una reunión de crisis, de estrategia y de renovación. Les urge bastante. Si alguien aquí es experto en el tema, mande sus cartas credenciales a presidencia porque seguramente volaron o volarán cabezas. Es el momento de enviar propuestas.