La historia se repite y en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020 vuelve a generar controversia el hiperandrogenismo de una de las participantes. A la representante de Namibia de 18 años de edad, Christine Mboma, le prohibieron competir en los 400 metros (su prueba) por el alto nivel de testosterona que genera su cuerpo. Entonces, se inscribió a última hora en la de 200 metros y, sin nada de técnica, logró colgarse la medalla de plata.
Los andrógenos son hormonas sexuales característicamente masculinos cuya función principal es estimular el desarrollo de los caracteres sexuales masculinos. Sin embargo, estos también están presentes en la mujer pero en menor cantidad. Cuando la mujer produce en exceso estas hormonas, se puede producir el hiperandrogenismo, dando lugar al desarrollo de características masculinas en la mujer.
Este trastorno hormonal es el que presenta Christine Mboma que no le permitió competir en su prueba, según las reglas de World Athletics y el Comité Olímpico Internacional (COI) que indican que “las mujeres con una tasa de testosterona superior a 5 nmo/l, durante un periodo de seis meses, no pueden participar en las distancias comprendidas entre los 400 y los 1500”.
Un caso parecido es el de Caster Semenya, a quien no se le permitió participar y defender su título de los 800 metros tras la decisión en contra por parte del Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS), quien reconoció que la regla es discriminatoria, pero a la vez la consideró “necesaria, razonable y proporcionada para asegurar la protección competitiva de las atletas”.
Exvelocista detona controversia al pedir que Mboma “pruebe que es mujer”
Las reacciones ante el rechazo, participación y victoria de Christine Mboma no se han hecho esperar y de las más duras ha sido de parte de Marcin Urbas, un exvelocista polaco capaz de bajar de 20 segundos (19.98) en la carrera curva. “Me gustaría pedir una prueba a Mboma a fondo para que estemos seguros de que es una mujer”, declaró.
El polaco considera que la medallista de plata tiene ventajas físicas que la ponen delante de sus competidoras. “La ventaja de testosterona de Mboma sobre otras participantes se ve a simple vista. En construcción, modo de movimiento, técnica trágica, pero, al mismo tiempo, aplasta en velocidad y resistencia“, aseguró contundentemente. Lo compara con su carrera deportiva cuando tenía 18 años. “Tiene parámetros de un niño de 18 años. En mi caso, me legitimé a esa edad con un 22.01. Ella hizo 21.97 en Tokio”, juzgó.
Para Marcin Urbas es injusta y ventajosa la facilidad con la que bate los récords júnior. “Con progresión y mejora de su técnica bajará pronto de 21.00 en el 200 y de 47.00 en el 400. Seguiremos pensando que es justo e igual. Y es una injusticia clara e insolente contra las mujeres que lo son, definitivamente”; expresó y añadió la solicitud de una prueba que defina su género.
“Sería normal si no tuviese un nivel de testosterona superior. Y, a pesar de esto, se le permite actuar en los Juegos Olímpicos contra mujeres. Y en caso de que lo fuese, se debe aplicar un tratamiento de reducción de testosterona. Hasta entonces, no se debe permitir que compita en una atmósfera así”, sentenció.
Christine Mboma, la mujer de Namibia que fue eliminada de la competencia de 400 metros por tener niveles “elevados” de testosterona de manera natural, hoy ganó medalla de plata en los 200 metros planos con 18 años de edad. La Afromisoginia del Comité Olímpico no pudo con ella 🥈 pic.twitter.com/V0AMx1aHjf
— tanisha (@TwittingTa) August 3, 2021
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