Muchas personas hemos tenido la oportunidad de tener una mascota en casa, quizá un perro, un par de gatos, peces o un hámster. Y en años pasados estar al pendiente de un animalito domésticado significaba alimentarlo, asearlo y darles cuidados médicos básicos. Pero hoy, el pet marketing genera la humanización de las mascotas.
De un día para otro, nuestras mascotas han tomado más control sobre la vida de las personas.
Con este OOH, una empresa fomenta la adopción de un animal peludo, además nos sugiere la idea de que una familia va a estar completa con una mascota en casa.
De pronto los perros o gatos ya no sólo necesitan sus vacunas sino que también requieren vitaminas, cepillos de dientes, shampús especiales, juguetes, dulces y premios.
Ha sido tal el epego a las mascotas que ya no se ve mucha diferencia entre los humanos y los animalitos, al menos en el trato, cada vez es más parecido.
Incluso a los perros se les comenzó a llamar “perrhijos”, a los gatos “gathijos” y con ello se quiere dar a entender que el trato que algunas personas les daba a sus mascotas sustituye la presencia de un hijo natural, humano. Pedigree sabe de eso.
Así, el pet marketing ha puesto al alcance de los comercios la satisfacción de completar nuestras vidas con la calidez de una mascota que es más bien miembro de la familia.
Estos cambios sociales nos han orillado a seguir una tendencia que va tomando mayor ímeptu. “Humanizar” las mascotas se ha vuelto parte del marketing y se ha convertido en un importante nicho de negocio.
El pet marketing ha cobrado tanto poder que ha generado nuevos insights en la industria, propició nuevos jugadores y formó segmentos Premium para los consentidos de la casa.
Sólo no hay que olvidar que se trata de animales con condiciones y necesidades distintas.