Existe una buena química entre las actividades de Promotoría y los retailers, de hecho, la Promotoría es la técnica BTL que tiene más encanto en un Punto de Venta. Debido a que es una de las mejores maneras para hacer contacto directo con los consumidores, y a la vez, transmitir las bondades y beneficios de los productos.
En pocas palabras, el objetivo principal de la Promotoría es generar el impulso de compra. Sin embargo, también se debe lograr: el desplazamiento de producto, posicionamiento, reconocimiento de marca, entre otras actividades.
Algo sobre la locura…
Es momento de aventurarse más profundamente en el mundo de la locura. Y, algo que debe reconocerse es que los promotores padecen locura. Lejos de la terminografía, el concepto de ‘locura’ fue empleado en Europa históricamente en diferentes contextos con diferentes significados, pero el que más nos debe importar es el siguiente: La locura se refiere a variaciones respecto a la normas aceptadas, es decir, alguien que no depende de la validación social. Un ‘loco’ se definiría como alguien que muestra una conducta que se aleja de la ‘normalidad’.
Ahora, ¿se entiende todo? Un promotor ‘loco’ hará lo imposible para que el consumidor adquiera los productos en el Punto de Venta, porque no dudará en utilizar elementos a su favor para —esperemos que de manera respetuosa, por eso importante capacitarlo— persuadir al consumidor.
El promotor ideal
Sin embargo, es difícil marcar el perfil de éxito de un promotor, pero si podemos hacer es destacar algunas cualidades que debe tener para lograr cumplir los objetivos de la marca y la estrategia de Promotoría.
Una de esas características es (1) La facilidad de palabra, además debe contar con (2) Una buena imagen personal, dado que la primera impresión cuenta. (3) Conocer bien el producto, comprender los detalles de aquello que se va a promocionar es muy importante.
Asimismo, (4) No desmotivarse, debido a que no a todas las personas les gustará o estarán interesadas en el producto. Por lo tanto, se debe abrazar el rechazo.
Y quizá, esta sea la cualidad más importante: la persuasión. Con ella, se tiene el poder de transmitir ideas y convencer a otros. Básicamente, de la persuasión dependen las ventas, la publicidad y todo el mundo de los negocios.
Así que, se debe dar una buena dosis de capacitación a los promotores sobre persuasión para el objetivo de la marca, y si el promotor ya cuenta con un poco de locura, el éxito de la estrategia de Promotoría está asegurada.