En la industria del marketing, un panorama complejo –más allá de los estudios que lo señalaran– era percibido por distintas agencias. Una situación que advirtieron a partir de que varias marcas de distintos sectores comenzaron a disminuir su presupuesto para la realización de campañas de marketing, específicamente BTL.
El panorama era descrito como “complicado” o “lento”. Ahora el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) reveló que la economía mexicana estuvo en recesión técnica desde la primera mitad del año, donde a partir del cuarto trimestre de 2018 y hasta el segundo trimestre de 2019 se registró una caída continua de 0.1 por ciento.
Una recesión técnica, según analistas, se caracteriza por acumular dos caídas consecutivas del Producto Interno Bruto (PIB) trimestral ajustado por estacionalidad, que en el caso de la economía mexicana acumuló tres.
En este sentido, las actividades primarias registraron un crecimiento de 5.4 por ciento anual. Mientras que las terciarias 0.1 por ciento y las secundarias retrocedieron 1.4 por ciento. Esto debido a que entre enero y septiembre de este año, la economía tuvo un crecimiento nulo, al registrar una variación de cero por ciento, lo que significa un estancamiento económico.
En suma, el Fondo Monetario Internacional (FMI), recién pronosticó en un reporte, que la economía mexicana mantendrá un crecimiento de 0.0 por ciento para este año, luego de que sus estimaciones fijaran un crecimiento de 0.4 por ciento. Sin embargo, su expectativa es que se alcance un crecimiento de 1.3 por ciento, a partir de que las condiciones monetaria se flexibilicen, la incertidumbre disminuya gradualmente y el consumo privado se recupere.
Además, la economía mexicana está expuesta a riesgos externos como la volatilidad de los mercados financieros mundiales, mayores primas de riesgo, el fuerte retroceso de capital en los mercados emergentes, así como la continua incertidumbre en las relaciones comerciales con Estados Unidos.
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