Con su nueva campaña, Coca Cola aplica las herramientas BTL para personalizar su producto con los nombres de sus clientes: “Comparte una Coca-Cola con Pedro”, o Eva, María y los que se sumen. Esta forma de vender es la esencia misma del Below the Line elevado a las masas.
Más notas relacionadas con Campañas:
4 Leyes de shopper que dejan atrás las campañas 360”
3 visiones diferentes para asegurar el ROI en Event marketing
3 consejos para detonar impacto en Event Marketing
Los productos personalizados surgen del servicio directo y personal del Below the Line, que se ubica donde está el cliente y en el punto de venta; personalizar es algo que la mercadotecnia de masas no tenía en su presupuesto, y que sin embargo, el BTL se ha especializado en ello.
Por eso es que se viven tiempos contradictorios en el mercado, por una parte se puede llegar a más clientes, pero por otra, existe la necesidad de dirigirse cada vez más a los nichos, a esos pequeños segmentos que integran un todo.
Casos como Starbucks y recientemente Coca-Cola, son ejemplos del éxito de tratar al cliente de tu a tu, no como una cifra más en el gran consumo masivo, sino como el protagonista de sus satisfactores, de su branding.
Coca-Cola lanza una campaña en la que sus latas y botellas llevan los nombres de sus clientes, la demanda ha sido mayúscula; tanto, que otras marcas como Nutella, también están personalizando sus productos.