Si bien es totalmente cierto que una marca tienen que esforzarse por trabajar en acciones de promoción de sus productos o servicios, según sea el caso, lo cierto es que prácticamente todas las firmas deben hacer su branding, con la finalidad de posicionarse en la mente del cliente y poder influir en su decisión de compra. Sin embargo, hay otros aspectos por los cuales es muy importante trabajar en esta acción, para lo cual, la personalidad y valores de la firma en cuestión son fundamentales para su desarrollo. Precisamente sobre esto hablaremos en las siguientes líneas.
En el branding, nos referimos a la personalidad de una marca cuando, por explicarlo de cierto modo, visualizamos a la firma como una persona y comenzamos a definir cómo es que se comporta, qué música le gusta, qué no le agrada, cuál es su estado regular de ánimo, entre otras cosas. Todos estos elementos se deben ver reflejados en la comunicación que tiene para con los clientes.
Cuando hablamos de valores de una marca nos referimos a los principios rectores que determinan el comportamiento de una firma, tanto al interior de la misma como hacia su exterior.
Al desarrollar estos dos conceptos y asociarlos al branding de la marca, es posible que los clientes, dependiendo de su propia personalidad y valores, se sientan identificados con una marca, lo cual puede derivar en un lazo duradero entre el shopper, el consumidor y la firma.
También es importante mencionar que cuando se trabaja con la personalidad y los valores de una marca, esto puede verse reflejado en el brand equity de la misma, lo que, a fin de cuentas, puede tener un impacto los ingreso que registra una firma.
Al tener unos valores y personalidad de marca bien definidos, es mucho más sencillo el poder desarrollar la relaciones públicas de la empresa.