El día de ayer la standupera Sofía Niño de Rivera hizo pública su molestia tras una censura de una entrevista en el programa matutino de Martha Debayle, argumentando que luego de que Niño de Rivera había publicado en Facebook un video donde dijo que una conductora de radio fumaba en la cabina de radio, Debayle fue multada.
Aun cuando la standupera no reveló el nombre de la conductora, la productora del programa radiofónico decidió no transmitir dicha entrevista.
En dicho video, Sofía Niño aseguró que Martha Debayle expresó diversos comentarios despectivos sobre tener hijos frente a una mujer embarazada, y luego de ello dijo que la locutora encendió un cigarro, a pesar de la mujer embarazada.
Casos como este suelen darse con frecuencia en los medios, pero también en la vida real, la diferencia es que cuando se trata de gente famosa o pública, esta situación puede tornarse en su contra y ser expuesto ante otros medios, y ahora en redes sociales.
Hasta el momento no se sabe si en verdad Debayle expresó comentarios negativos e incongruentes con el tipo de publicaciones que edita, pero lo que si es un hecho es que para un personal branding no pensar antes de decir algo y no se coherentes entre lo que se hace y lo que se dice es un error que puede vulnerar seriamente la imagen de alguien.
Por ello, es importante que cualquier persona sepa que lo que diga va a influir en los demás, de manera positiva o negativa, y que si no se piensa antes de hablar, las consecuencias pueden ser graves. Ante esto, y el caso por ejemplo del exdirector de TV UNAM, Nicolás Alvarado y sus comentarios sobre Juan Gabriel, te sugerimos evitar estos 5 puntos que pueden poner en riesgo tu personal branding.
Ser incongruente entre lo que hace y lo que se dice
Es un error más común de lo que podría pensarse, ya que resulta ser más sencillo decir algo que llevarlo a la práctica o a una realidad. Es importante que cada uno cuide este tipo de incongruencias para evitar una mala imagen y que la gente desconfíe por no hacer lo que se dice.
No cuidar nuestra expresión oral
Sabemos que las groserías también forman parte de nuestro vocabulario, pero no en todo momento son aptas ni en todos los sitios, ya que pueden resultar inapropiadas y dar una mala impresión.
Asimismo, el tono con el que se habla debe estar acorde al lugar y personas con las que estamos, y esto no quiere decir que se sea hipócrita o mustio, sino consciente.
No hacernos cargo de nuestros errores y asumir la responsabilidad
Cuando una persona habla mal de algo o alguien, y luego trata de disculparse, debe saberse que ya se hizo quizá un daño, por lo que recuperar la confianza puede ser difícil, pero sobre todo se trata de asumir la responsabilidad por lo que se dijo o se hizo.
Ser empáticos ante un interlocutor
Tal vez para Debayle fumar en una cabina de radio, cerca de una mujer embarazada no sea algo malo, pero hay que mostrarse empáticos con el resto de la gente que nos rodea para que la respuesta sea mutua y haya una buena relación o charla.
Tener apertura para la retroalimentación o crítica
Cuando alguien nos insulta, es complicado que haya indiferencia ante eso, y quizá nos saque de nuestras casillas, pero cuando se trata de retroalimentación o un señalamiento ante algo que estamos haciendo mal o afecta a terceras personas, es importante que nos mostremos abiertos para recibirla y tomar lo que nos ayude a mejorar, en lugar de estallar por el enojo.
No tener un autocontrol
Pasar de un estado relajado o alegre a uno de enojo, molestia y rabia se da en cuestión de segundos. Por ello es necesario que cada uno de nosotros trabaje en un autocontrol emocional que nos permita afrontar una situación de la mejor manera posible.
Teniendo un control e inteligencia emocional, hará que los disgustos sean menores, de intensidad menor y que podamos pensar las cosas antes de estallar y decir o hacer cosas que podrían perjudicar el personal branding.
Creer que lo que decimos o hacemos no será registrado
Ahora, con el uso de redes sociales, es más probable que nuestras palabras y actos queden para la posteridad en un medio donde la información circula a una velocidad en la que difícilmente puedes parar el flujo de contenido.
Se trate de un personaje público o famoso o no, no se debe subestimar al social media y estar conscientes de que alguien con un celular o perfil en Facebook puede hacer público algo que antes bien hubiera quedado sólo entre las personas involucradas.
Foto: The Beauty Efect.