La experiencia de compra del cliente y aficionado mexicano, dejó un sabor de frustración en su último partido en la Copa del Mundo Brasil 2014. Con el partido de México contra Holanda, las marcas aún pueden aprovechar el sentimiento del “ya merito”, para enfocar el consumo.
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La selección mexicana de fútbol se despide de Brasil 2014, tras su derrota 2-1 contra Holanda; sin embargo, las marcas aún tienen la posibilidad de dejar una huella en los aficionados si le dan la vuelta al Marketing experencial.
Si la experiencia consumir el “jugar como nunca, perder como siempre”, se transforma en una campaña de agradecimiento y lealtad, las marcas patrocinadoras podrían preparar una bienvenida de regreso a suelo mexicano con activaciones en los puntos donde los seleccionados darán autógrafos y entrevistas.
El Marketing experiencial tiene un corto impacto que hay que aprovechar, ubicando el punto más emotivo del evento: el de la experiencia colectiva que une con optimismo al consumidor.
Al aficionado hay que venderle esperanza y alegría, pues lo que consumen no es fútbol nada más, sino la emoción de estar unidos como nación.
Cuando terminó el partido contra Holanda, algunos aficionados gritaban: ¡Nos vemos en Rusia!, ¡El Mundial de Rusia es nuestro!; de estas experiencias pueden nutrirse las marcas para seguir en el punto de venta que ofrece la plataforma mundialista, aún cuando México ha sido eliminado de Brasil 2014.