Por: Luis Miguel Hernández
Twitter: @luismiguelhdz
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El mundo Online tiene cada vez más similitudes y paradójicamente también más contrastes con el mundo offline. La sofisticación que nos permite la tecnología muchas veces se traduce en beneficios increíbles para las marcas y consumidores, pero en otras ocasiones Internet se puede volver una vitrina a las maravillas que existen en otras latitudes y esto puede reflejarse en un sentimiento de frustración al no poder tener acceso a esta gama de productos, marcas y servicios.
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Si bien es comprensible que al no ser una de las economías más fuertes del mundo no todas las marcas se interesan en nosotros como consumidores ““claramente existen muchas marcas en Paris, Nueva York, Honk Kong, etc, que están muy lejos de interesarse en México para poner una de sus sucursales, o que teniendo sucursales aquí no se encuentra el mismo contenido o variedad. Pero hay algo del mundo offline que las versiones online no han aprendido: si yo voy a estas tiendas en Paris, Nueva York, Tokio, etc físicamente puedo acceder a ellas y nadie me negará el acceso; si tengo el dinero puedo comprar lo que se me antoje, lo cual desafortunadamente NO SUCEDE en el mundo ONLINE.
En el mundo Digital, conforme las tecnologías de geolocalización van avanzando y es posible determinar vía IP la ubicación exacta de cada usuario, muchas marcas, productos o servicios han decidido negar sus accesos a los ciudadanos de otros países o tratarlos de forma diferente. Simplemente si tu IP corresponde a otro país que no sea al que ellos van dirigidos o a los que ellos clasifican como “poco seguros” te deniegan el acceso, te solicitan requisitos adicionales sin importarles si tienes el dinero o no para consumir sus productos y servicios o si te interesa ver su publicidad, etc.
A continuación expongo 3 ejemplos muy sencillos
1) Gmail o Google Music. Gmail tiene diferentes mecanismos para dar de alta una cuenta de mail dependiendo del país desde donde la pretendas sacar, si la obtienes desde países “civilizados” como Canadá, Francia, Suecia no te solicitan ninguna verificación, pero si intentas sacar la cuenta desde países de “tercer mundo” como México, Guatemala, Bolivia, etc. te solicitan que “verifiques” tu cuenta mediante un código que te envían a un teléfono fijo o celular. ¿No es algo raro? Y en Google Music la discriminación es más radical, ya que únicamente se puede obtener una cuenta de este extraordinario servicio si se genera desde Estados Unidos.
2) Netflix. Este servicio permite ver películas, series, etc desde Internet en una gran variedad de dispositivos, sin embargo, los contenidos son radicalmente diferentes para los usuarios de los diferentes países y ¡Adivinaron! En México solamente nos Mandan sus “sobras de contenido” por llamarlas de alguna forma.
3) Itunes Store. Hay una gran cantidad de contenidos que no están disponibles en México. Por ejemplo intenten bajar la aplicación para iPhone del divertido juego “Are you smarter than a 5th grader” para constatar que no se permite, lo mismo sucede con miles de aplicaciones, música, podcasts, contenidos, etc.
Desde luego que la tecnología también nos permite crear diversas formas para evadir este tipo de candados y que hay mucha gente de nuestros países de “tercer mundo” que encuentran la manera de darle la vuelta a estas restricciones, pero considera que lejos del consuelo momentáneo que le puede dar a algunos cuantos burlar estas ataduras lo importante es atacar el tema de fondo.
¿Qué opinan de este fenómeno digital? A mí me parece que claramente es una forma de discriminación -algunos inclusive podrían llamarle racismo digital-Â Â un nuevo tipo de segregación cultural basada en la IP, lo cual me parece vergonzoso y ofensivo. ¿Qué otros ejemplos de este tipo de exclusión han padecido? o ¿cómo podemos actuar para evitar este tipo de arbitrariedades? ¿Hacia dónde creen ustedes que nos llevarán este tipo de políticas? ¿Cómo será el futuro digital si las marcas, empresas, gobiernos u organizaciones continúan fortaleciendo esta tendencia? Y sobre todo ¿Por qué estos temas no forman parte relevante de las agendas de los ciudadanos digitales?
Los invito a participar en el tema utilizando el Hashtag #DiscriminacionDigital o #RacismoDigital y espero sus comentarios.