Como parte del marketing promocional, un patrocinio representa una oportunidad para que marcas de diversas industrias tengan una exposición especial y prolongada ante el consumidor.
Hablar de un patrocinio va más allá de sólo colocar un logo en un espacio visible de un evento o sobre la tela de un uniforme. Esta acción BTL implica una labor de promoción que requiere de otra serie de actividades que potencialicen el impacto y presencia de marca, además de mantener una interacción con la audiencia y darle una experiencia.
Según IEG, el gasto mundial destinado a patrocinios en 2016 fue de 60,100 millones de dólares, mientras que para el término de este año se pronostica que la cifra llegará a los 62,800 millones de dólares.
Entre los beneficios que las marcas reciben de un patrocinio destacan los siguientes:
- Genera awareness.
- Detona la promoción “de boca en boca”.
- Mejora el posicionamiento de marca.
- Incentiva el engagement.
- Se tiene la oportunidad de realizar activaciones que impulsen la participación del target.
¿Por qué sumarse como patrocinador en festivales musicales?
De acuerdo con información de Smart Sponsorship, 53 por ciento de los patrocinios a nivel global los acapara la industria de conciertos y festivales musicales, seguido de los deportes con 44 por ciento.
En cuanto al primer rubro, existen decenas de empresas que en México se han ido sumando como sponsors oficiales en eventos de música masivos, e incluso muchas de ellas han decidido crear sus propios festivales, contando además con el apoyo de otras marcas que desde el cartel hasta el día del evento, hacen acto de presencia.
Pero ¿cuál es la razón del porqué un festival de música se presta para que más compañías quieran formar parte como patrocinadores?
La respuesta es sencilla, aunque no del todo su proceso: incrementar las ventas.
Decir que una marca se suma como patrocinador por un fin comercial, que se traduce en más venta, y en consecuencia ingresos mayores, es hablar también de objetivos de marketing que toda marca debe tener al momento de sumarse a un festival de música.
Festivales como el Vive Latino o Corona Capital, por mencionar algunos, no sólo son eventos que ofrecen una experiencia lúdica al público por uno o dos días, sino que los recintos en sí se vuelven puntos de venta, que no necesitan de un anaquel como lo conocemos.
La euforia, emociones, convivencia, las condiciones climáticas y la forma de llevarse a cabo el festival se prestan para que alimentos y bebidas sean productos de alta demanda en este tipo de eventos.
Por ello, empresas como Coca-Cola, Grupo Modelo, Cuauhtémoc/Heineken, Barcel, entre otras, han apostado por patrocinar eventos de esta naturaleza.
Así mismo, la comunicación, Internet y medios de transporte, también se ha vuelto un elemento clave en festivales musicales, ya que un asistente querrá compartir su experiencia en tiempo real, y al término del evento querrá regresar seguro a casa.
Ante esto, marcas como Telcel y Uber cada vez figuran en más carteles como patrocinadores oficiales. Si los servicios que ofrecen durante los días del festival son eficientes para el cliente, seguro la preferencia y contratación irán en aumento.