Las empresas han tomado conciencia de sobre el mundo donde se encuentra y la sociedad en la que se han desarrollado. Por este motivo, cada vez son más las organizaciones que han apostado por realizar estrategias de marketing social. Más allá del engagement o del awareness que pueden generar, las compañías están buscando realizar acciones que aporten algo a la gente. Sin embargo, para llevarlas a cabo muchas veces se requiere de ayuda, para lo cual se pueden pedir patrocinios.
Ya sea que se realicen en dinero, en especie o de modo mixto, los patrocinios es un granito de apoyo entre las marcas para realizar un impacto positivo, por medio de una estrategia de marketing social.
El patrocinado debe tener un plan bien desarrollado y claro, en el cual se explique la estrategia de marketing social que se quiere llevar a cabo. Objetivos claros, acciones puntuales, inversión son algunos de los puntos a los que se les debe prestar particular atención.
Aunque el marketing social no tiene propiamente fines de lucro, el posible patrocinador querrá saber cuál será su exposición o qué es lo que recibirá a cabo de su participación en dicho contrato. Tanto una parte como otra deben sentarse a dialogar qué es lo que espera conseguir cada quien por medio del pacto, para que todo quede escrito y bien establecido por la ley.
Es fundamental que quienes forman parte de los patrocinios busquen tengan públicos meta similares, para que las empresas puedan coordinar eficientemente su comunicación y sus acciones.
Una vez que se establezca el contrato de patrocinio y que se de a conocer al público, será conveniente que las empresas participantes coordinen su comunicación sobre la estrategia de marketing social que se lanzará.
Es fundamental, como en toda acción de marketing BTL, que se lleve un buen registro de los resultados para saber si tuvo éxito o si hay que mejorar.
