Cuando era estudiante uno de mis profesores trabajaba como gerente de Recursos Humanos en una reconocida empresa de calzado; en una clase nos comentó: ¿para qué quieren una certificación? Está bien tener una, pero pregúntense para qué la quieren, porque en la práctica muchas veces no sirve para nada.
En la compañía para la que trabajaba tenían una cultura organizacional simple: hazlo bien desde un principio y evitas trabajar doble. Cuando tenían auditorías los empleados no se presionaban o ponían nerviosos, era un día más para ellos; estaban acostumbrados a hacer las actividades de forma sistemática.
¿Pero por quién eran guiados los empleados? Ni más ni menos que por el empleado de mayor antigüedad… ¡40 años de experiencia! ¿Mencioné que tenía estudios truncos hasta secundaria? Incluso ingenieros de otras empresas iban a buscarlo para solucionar varios problemas.
El que no transa no avanza
México mágico… Conseguir un título profesional o una certificación apócrifa podría tomarte sólo pagar unos miles de pesos sin haber pisado un aula, y por ende, no tener el conocimiento necesario para ejercer una profesión o especialidad; al cabo el papel es lo que cuenta, ¿no?
Y justo ese es el asunto, el dichoso papel. No es malo tener un certificado que te avale como profesional o experto en un área del conocimiento; el problema está en la corrupción o los compadrazgos para poner en un puesto a alguien con un papel que lo avala como “experto” aunque no tenga la menor idea del área de trabajo.
En el jale los puestos deben ser ocupados por los mejores. Si quieres apoyar a un amigo, familiar o compadre y no es apto para desarrollar un trabajo, por hacerle favor te podría hundir el negocio. En la chamba lo más importante siempre serán los resultados.
Experiencia vs el papelito
¿Qué fue primero, el huevo o la gallina?… o en este caso, ¿qué da más conocimiento: los estudios o el empirismo? Bueno, eso dependerá del tipo de trabajo a desarrollar. Ambos tienen aspectos a favor y en contra, aunque permíteme comentarte una particularidad del empirismo…
La experiencia te da maña. Entendamos por maña la destreza o astucia para ejecutar una tarea. Son meses o años para desarrollar esas habilidades que te simplifican sobremanera tus labores.
No hablamos solamente de aspectos técnicos para la ejecución de una tarea, sino también en lo administrativo, por ejemplo, cómo acelerar procesos, evitar sanciones, conseguir suministros de forma más rápida, etc., incluso en el plano personal al saber tratar con personalidades difíciles usando esa información para su beneficio,
No te limites
Prepararse con cursos, certificaciones o carreras profesionales jamás será una mala inversión de tiempo o dinero, siempre que sea provechoso. De entrada es una superación personal que da satisfacción, aunque hay casos que por tener más habilidades o conocimiento podrías tener un aumento de salario o subir de puesto.
En casos cercanos a mí, una persona por hablar japonés y apoyar como traductor para la venta de una flotilla de automóviles recibió una jugosa compensación además de subir de puesto.
Ten en claro para qué quieres una certificación. No siempre valen la pena, pero esa es tu tarea: investigar pros y contras así como la relación costo-beneficio a corto, mediano o largo plazo.
¡Auf wiedersehen, camaradas!