Una de las técnicas más llamativas, atractivas y funcionales, en términos de promoción de marca y producto en punto de venta, es el packaging.
A diferencia de un envase simple, que solo se ocupa de guardar cierto contenido, el packaging tiene además un fin comercial y mercadotécnico, que está ligado estrechamente a un buen diseño que lo haga estético y logre seducir al consumidor.
Adicional a la presentación comercial que da a un cierto producto, éste también es capaz de comunicar determinados mensajes e información al shopper, para que así un packaging se convierta en un medio más de comunicación entre marca y cliente, además de tener un cierto nivel de influencia en la decisión final de compra.
En 2017, 65.9 por ciento de los consumidores en México admitió que el packaging sí influye en su toma de decisión, al momento de comprar; mientras que otro 70.1 por ciento estaría incluso dispuesto a pagar más por un buen packaging, según el Departamento de Investigación de InformaBTL.
Errores a evitar
El diseño de cada envase, caja, botella y otros contenedores, es crucial en cada uno de ellos. Por eso, es necesario que toda marca y agencia eviten caer en los siguientes errores que podrían vulnerar esta estrategia en punto de venta.
Así como se debe cuidar su forma y estética, es preciso no olvidar que, antes de lucir bien, debe ser funcional para el target y para las marcas, es decir, debe ser capaz de proteger el contenido, así como facilitar su manejo y almacenamiento, tanto en bodega como en anaquel.
Saturar de elementos gráficos es también un error que no solo vulnera la comunicación con el cliente, sino que puede confundirlo al no haber claridad en el mensaje, y esto puede derivar en un desinterés, que se podría traducir en un cambio de decisión de compra.
Imitar el packaging de la competencia, lejos de beneficiar, afectaría la imagen de marca, además de no hacerlo distinto e interesante. Sí es recomendable ver qué hacen otras marcas y considerar tendencias, pero nunca emular lo que otros realizan porque no habría propuesta de valor alguna.
Omitir la creación de prototipos, así como pruebas previas a su salida al mercado, ni ocuparse de revisarlos periódicamente ya en punto de venta, también pueden implicar consecuencias graves. Si un código de barras esta mal, o si hay un envases dañados en anaquel, puede ocasionar una mala imagen para la marca, además de una pérdida importante al no poder vender un lote con un código erróneo.