Las ediciones especiales permiten a las marcas hablar de algo que si no existiera sencillamente no se podría ligar con la marca. El tema en punto de venta es muy reducido cuando no hay una edición especial de por medio, en cambio cuando se tiene una propuesta diferente, la marca tiene por default otro mensaje que dar en estos canales.
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En entrevista, Rodrigo Braun de Lavenne de Choulot, director de Relaciones Públicas de José Cuervo, dijo que hay una gran diferencia entre una edición especial y una edición limitada, pues en realidad todo es limitado.
“Hay ediciones especiales donde podemos hacer 15 botellas y ediciones especiales donde podemos hacer 20 mil botellas, por eso para nosotros las ediciones especiales casi siempre van relacionadas a la colaboración con artistas y no a la cantidad como tal”, detalló.
Pero las ediciones especiales también son un arma de doble filo porque a veces la gente la compra y la guarda, pero no la consume, esto es, que ocupan la edición especial como artículo de decoración convirtiéndola en una especie de libro de estantería jamás leído.
Por ello, para no malgastar o agotar esta estrategia, el vocero explica que ahí es donde entra la edición limitada de las ediciones especiales, pues este recurso alcanza una cierta madurez y es necesario dejarlo descansar y buscar otro nuevo vehículo de publicación.
Para determinar el número de ediciones especiales, Braun de Lavenne de Choulot reveló que la marca por lo regular hace el 1% de la producción total, pero esto depende de la alianza que se tenga con el artista y los objetivos de la marca.
Ejemplo de una edición especial:
Foto: Shutterstock