Tanto en punto de venta como en tiendas digitales, existe un elemento que si está bien hecho logra atrapar la atención del shopper, e incluso puede influir en la decisión de compra: el packaging.
A diferencia de un contenedor simple, que solo transporta un determinado producto, el packaging, además de cumplir con esta función, también otorga al producto y marca una identidad gráfica, la cual mediante un buen diseño permite que la firma y sus productos destaquen en anaquel.
Si bien un empaque no necesariamente guía la decisión de compra, estudios en neuromarketing indican que sí facilita el reconocimiento de una marca, esto gracias a su forma, textura, tipografía, entre otros elementos.
¿Cómo tener un packaging con un buen diseño gráfico?
Aunque la calidad de un producto, su precio, necesidad que cubre y marca pueden ser factores que sí influyen en la decisión de compra, un empaque no deja de ser un elemento importante para el consumidor que está por adquirir algún producto.
En 2018, un 65.9 por ciento de los consumidores mexicanos dijo que un packaging sí incide mucho en su decisión de compra, además de que 70.1 por ciento afirmó que no estaría dispuesto a pagar más por un buen empaque.
Y para conseguir que un envase realmente sea bueno, su diseño gráfico es un factor clave, por lo que cada marca debe cuidar minuciosamente los elementos visuales, de manera que resulten atractivos en punto de venta.
Guillermo Dufranc, diseñador especializado en packaging, compartió 5 puntos que los fabricantes deben tomar en cuenta, al momento de diseñar un empaque.
- Público meta: aunque parezca una obviedad, es necesario que se tenga bien claro el tipo de consumidor para el que va dirigido; por ello es importante apoyarse en el brief e investigar cómo es el target, reconocer sus hábitos, para que esos datos sirvan para elegir un diseño acorde a sus gustos.
- Investigar el entorno: de acuerdo con el especialista, se deben conocer los canales de distribución en donde estará el nuevo packaging, así como la identidad gráfica de los productos que son competencia directa, ya que se estará en el mismo anaquel que los competidores. También sugiere que se conozca el diseño de productos complementarios, todo ello con el objetivo de identificar códigos cromáticos, así como patrones culturales.
- Contar una historia de marca, a través de una arquitectura gráfica, la cual incluye el logotipo de la empresa, elegir los colores correctos, informar de qué producto se trata y seleccionar una imagen clave, que puede ser el nombre de la marca o una ilustración.
- Formato: implica entender las 3 dimensiones del envase, interacciones entre envase y producto, y materiales usados para su fabricación.
- Especificaciones técnicas de impresión: es vital que se conozca cómo será el proceso de impresión, ya que pueden haber cosas en el brief que no sean posibles ante ciertos métodos para imprimir.