Wag the Dog es una expresión entre los comunicadores, comentaristas políticos y la opinión pública mundial, en general.
Significa desviar deliberadamente la atención de lo que de otro modo sería de mayor importancia, a otra cosa de menor importancia. Al hacerlo, el acontecimiento de menor importancia es catapultado en el centro de atención, ahogando atención adecuada a lo que originalmente era el tema más importante.
Donald Trump nos aplica la misma medicina otra vez. Con tan sólo dos Twetts de madrugada, movió al perro de la opinión pública con tan solo el rabo. Caímos muy bien.
La expresión proviene del refrán estadounidense del dominio común que dice que “un perro es más listo que su rabo“, pero si su rabo es más listo, entonces el rabo mueve en la realidad al perro ‘wag the dog’.
La expresión “wag the dog” se utilizó como tema de la película. ‘Wag the Dog’, de 1997 protagonizada por Robert de Niro y Dustin Hoffman, producida y dirigida por Barry Levinson. Esta película sufrió une especie de censura del “Establishment” de EE.UU. Es casi imposible encontrarla, rentarla o comprarla. ¿Y si no? Los reto a que la encuentren en Netflix o iTunes. Si encuentran una copia en algún formato, se las compro a buen precio.
El argumento cuenta que pocos días antes de unas elecciones, los oponentes políticos del Presidente de Estados Unidos sueltan la noticia del abuso sexual del estadista contra una menor que visitaba la Casa Blanca. La estrategia para eludir el escándalo es levantar una cortina de humo: inventar una guerra con un país prácticamente desconocido y no muy importante para la mayoría del pueblo estadounidense: Albania.
Ahora no fue producir una película ficticia, bastaron videos digitales con escenas desgarradoras de niños que son víctimas y muestran su sufrimiento a cámara por las armas químicas, un hecho no comprobado aun. Esta vez no existe un escándalo sexual para el presidente Trump. Eso sería normal y fuera de toda sorpresa para su alocada personalidad.
La realidad es que su aceptación a nivel de la opinión pública nacional estaba bajando considerablemente y nuevamente se inventó una guerra, bueno dos guerras. Con Siria y Corea del Norte. Finalmente caímos otra vez. Nos desvió la atención. Donald Trump es un personaje del siglo 21 que cada día me cautiva más. Es un mago y gran domador de la opinión pública para obtener sus intereses.
Instrucciones para mover al perro con el rabo:
- Métete en un verdadero problema que no tenga un solución fácil.
- Invéntate una guerra o un enemigo público para para desviar la atención de lo más relevante.
- Haz la guerra.
Donald Trump tiene grandes problemas locales regionales y mundiales que resolver y enfrentar, pero mientras tanto, como un maestro y gran entrenador experimentado, mueve al perro moviendo su rabo.