El poder creciente de las empresas, supone una presión de la sociedad (los consumidores) por demandar nuevas formas de hacer las cosas. La productividad y la innovación, son algunos de los objetivos que las compañías priorizan para responder a las nuevas necesidades de los consumidores, pero sobre todo acciones que la sociedad valora y que suman a su credibilidad y reputación.
La implementación de acciones sustentables en temas económicos, ambientales y sociales están brindando soluciones a las empresas de diferentes sectores.
En México, existen varios ejemplos. Recientemente, Bimbo, dio a conocer que 92 por ciento de los residuos totales en sus procesos de producción son reutilizados y/o reciclados. Según la marca, ha sido pionera en el uso de empaques degradables en Latinoamérica. Además, cuenta con 30 plantas con la práctica de cero residuos a rellenos sanitarios gracias a la implementación de reciclaje y waste to energy (co-procesamiento).
También, Heineken México, lanzó vasos elaborados con cascarilla de cebada, un residuo del proceso de elaboración de la cerveza. Esto le permitirá dejar de utilizar aproximadamente 10 mil kilos de plástico.
Por otro lado, Kimberly Clark, cuenta con una estrategia de sustentabilidad orientada en tres pilares fundamentales:
Eje Económico. De acuerdo con información de la propia compañía, “los resultados en el desempeño económico y financiero de la empresa son el detonador para el crecimiento sustentable y la contribución de la empresa a los programas que conforman los ejes social, de seguridad laboral y cuidado del medio ambiente”.
Eje Social y de Seguridad Laboral, se trata de “con mecanismos para generar más valor al beneficio social en virtud de las operaciones de la empresa y asegurar la integridad del personal en materia de salud y seguridad ocupacional”.
Por último, el Eje Ambiental, se trata de asegurar el cumplimiento de la legislación ambiental aplicable, así como identificar y aprovechar oportunidades para incrementar la eficiencia energética, reducir emisiones atmosféricas, valorizar los residuos sólidos, reducir el consumo de agua y contar con sistemas eficientes de tratamiento de efluentes que protejan los cuerpos receptores y la biodiversidad existente en ellos”.