Los datos se están convirtiendo en el centro de muchas estrategias. El principal motivo es que a través de su proceso en información y posteriormente en conocimiento es posible tomar decisiones mucho más estratégicas, las cuales tengan un mayor impacto en los resultados que se esperan obtener con una determinada campaña. Sin embargo, no todos los datos son iguales, hay algunos que son proporcionados de manera orgánica, por la convivencia natural de, por ejemplo, on shopper en un punto de venta o de una tienda en línea; mientras que hay otros que da en promociones, con la finalidad de obtener un determinado beneficio, pero muchas veces no son sinceros cuando proporcionan estos registros.
Cuando un shopper da sus datos porque se le ofrece producto gratis o con la finalidad de que participe en una cierta promoción, muchas veces no da sus verdaderos datos, lo cual complica su utilización para la generación de una estrategia. Por ejemplo, de esa información será procesada con big data, ésta no cumple con al menos con el lineamiento de ser verídica.
Por medio de las aplicaciones, sensores o incluso las cámaras de vigilancia en un punto de venta es posible recoger los datos que los clientes generan de manera natural y genuina, por lo que difícilmente son falsos. Dicho de otro modo, la personas los generan sin pensarlo detenidamente, lo que disminuye la posibilidad de que pueda mentir en ellos.
Esto ha sido considerado por distintos retailers, quienes, por medio de estas herramientas buscan conocer mejor a su público meta, así como cuál es su comportamiento en el punto de venta, con la finalidad de generar estrategias que sea, por un lado, más relevantes, pero que también logren tener un mayor impacto.
Cabe destacar que, en cualquier estrategia en la que se usen datos de otras personas, es necesario contar con autorización expresa, además de que también es fundamental de que conozcan el aviso de privacidad.
