Para promocionar la nueva película de James Bond: Spectre, la productora canadiense SF Film ideó una estrategia below the line para darla a conocer, misma que aprovechó el titulo para sorprender a los transeúntes de una calle de Copenhague, Dinamarca.
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La campaña de ambient marketing se apoyó de la Iglesia de Nuestro Salvador que tocó la canción principal de la película a través de sus campanas, lo que sin duda alguna atrajo la atención de todo aquel que iba pasando frente a ella.
Pero eso no fue todo, al tiempo que interpretaba la melodía se proyectó en el cielo la figura de un espectro de color azul, pues la acción below the line se desarrolló en la noche, lo que dio más visibilidad a la figura.
La agencia encargada de esta acción fue Vizeum Danmark que demostró que algo sencillo pero creativo llega a tener un impacto mayor que algo extremadamente elaborado y que en ocasiones sólo aburre a las personas.
