Estamos viviendo en una época de transición como clientes. Ya hace rato dejamos de lado la revolución industrial, la revolución tecnológica, la segmentación definida, los “boom” inmobiliarios y las modas masivas.
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¿Qué nos inspira?
Hoy en día trabajamos impactando públicos demasiados específicos. Ya se acabó aquello de niños, jóvenes, adultos y adultos mayores. Hoy las variables de segmentación se ramifican demasiado si a los datos demográficas le agregamos los amplios gustos y preferencias de todas las personas con acceso a información de hoy en día.
Antes trabajábamos comunicando a las marcas con personas con un estilo de vida más libre, más de “exteriores” y más “manipulable” (o controlables para decirlo mejor).
Hoy los públicos más atractivos caminan a diario con el mundo en sus manos a un click, las estrellas y líderes de opinión son fugaces y sus palabras ahora son “más escuchadas” que las palabras de quienes antes nos influían.
Los nuevos padres así como los nuevos jóvenes son más conscientes de la salud y por eso vemos como ciertas marcas se han dedicado a crear experiencias enfocadas a congraciarse con sus “targets” más allá que comunicar sus características como producto.
Las marcas que más se han beneficiado han sido aquellas de organizaciones con causas sociales. Tanto a nivel de premios mundiales, ROI y masificación de sus mensajes, las marcas con propósito han conquistado a una gran mayoría de públicos que quieren ver, vivir y trabajar en un mundo “menos malo”.
Tanta segmentación siempre es beneficiosa para todos aquellos que buscamos resultados menos “masivos” pero más efectivos a la hora de comunicarnos, de vender pero sobre todo de crear vínculos reales con nuestras representadas. Hoy en día los temas más simples son la excusa perfecta para crear experiencias cotidianas que nos acerquen a nuestros públicos.
Sin temor a equivocarme hay algo que siempre debemos recordar: los públicos a veces también se equivocan y no siempre debemos “preguntarles” de todo. Henry Ford lo dijo hace tantos años que la frase me eriza la piel al ser tan cierta hoy en día:
“If I had asked people what they wanted, they would have said faster horses.”