En atención a la importancia que ha tomado la opinión de los consumidores, además de la evolución en los sectores político y económico; el Organismo Internacional de Estandarización (ISO por sus siglas en inglés), ha establecido las normas ISO designando esta labor a una serie de comités técnicos.
Estas normas, se integran por estándares y guías relacionadas con la gestión de herramientas y sistemas con las que cualquier tipo de organización debería contar. Su diversificación y su desarrollo ha sido imprescindible para regular aspectos de calidad, medio ambiente, seguridad y riesgos de trabajo, además de responsabilidad social.
La finalidad de las normas ISO
Las normas ISO se crearon para ofrecer a las empresas orientación, coordinación, unificación de criterios y simplificación; con el fin de que sea posible la reducción de costes y el aumento de productividad.
Del mismo modo, este sistema estandariza las normas de productos y servicios, con el objetivo de homogeneizar las características y los parámetros de calidad que garanticen la satisfacción del consumidor.
Ventajas de su implementación
La implementación de normas ISO representa un cambio positivo para las diferentes organizaciones, incluso las de gobierno. Siendo estas, solo algunas de las ventajas que se obtienen de este modelo de estándares:
- Acceso a un mercado más grande, con la posibilidad de cubrir necesidades a nivel internacional
- La ventaja competitiva aumenta
- El margen de error en la producción y los rechazos se reducen considerablemente
- Los procesos de mejora continua serán un hábito
- La satisfacción del consumidor está garantizada (aún con las exigencias del mercado actual)
- Se reducen los costos de producción gracias a el margen de erratas disminuye
- Aumentan los niveles de productividad
- Los niveles de calidad del producto o servicio serán mejores
Ventajas a nivel gubernamental
- Los bienes y servicios logran cumplir sin dificultad los requisitos obligatorios
- El comercio exterior es más fácil de controlar