Sé que la colaboración resulta controversial desde el título, por lo que le invito a que me regale un voto de confianza, uno nada más, uno como cada semana, como cada nota que lee y no sabe si resolvió sus dudas o le generó aún más.
Las elecciones están a la vuelta de la esquina y es por ello que el BTL se ha convertido en un favorito para muchos políticos y partidos. Han comprobado su efectividad, pues con acciones bien estructuras y ejecutadas, los beneficios son presencia, transcendencia y mediatización.
Luego de 15 años en el marketing, he podido ser testigos de campañas dignas de concurso y otras dignas de enviarlas a extraordinario de publicidad. Lo cierto es que lo sabroso de la polaca es que siempre nos sorprende, ya sea por sus actores, los mensajes que emiten y los factores que surgen durante el lapso del periodo electoral.
Desde el ambiente publicitario, han surgido voces a favor de un control más ético de lo que se le expone a los ciudadanos, desde los planos gubernamentales las regulaciones y topes son un hecho (aunque también lo que se realiza por debajo de la mesa es una constante), tal vez es por tales motivos que saltan a la luz propuestas con un tono más honesto y sencillo, con matices ciudadanos y mundanos, con toques académicos, de lucha social y con muchísimo folclore.
En un país tan grande y diverso, los problemas se manifiestan, por un lado por los desequilibrios acentuados, por otro, por la necesidad de discursos esperanzadores. Muchas respuestas quedan en el aire, quizás, es la razón de que campaña tras campaña, sean la agenda de todos los candidatos.
Ahora, luego de cierto rodeo al estilo político, quiero atender a la interrogante del inicio. La pregunta me surgió, después de recordar a una candidata que colocó internet en camiones urbanos, luego de hacer memoria de un candidato que invitaba a ver el mundial y aquel que hacia un convite de apoyo con motociclistas y autos de colección, me llegó esa duda, cuando recordé que la mayoría de los cierres de campaña se hacen acompañar de artistas y grupos musicales.
La verdad es que no tengo la respuesta, no se cuánta anestesia es la que se necesita para que un pueblo sienta que puede seguir de pie a pesar de los dolores que son evidentes. Es una realidad que las campañas se desarrollan atendiendo las inquietudes de los votantes, pero creer que todos los electores desean “pan y circo”, es minimizar la capacidad y el poder de los ciudadanos.
Se que faltan puntos por tocar desde el sector del marketing, proliferan las agencias que hacen campañas negras, las que venden “bots”, las que compran tarjetas para entregarlas el día de las elecciones. Pero también existen profesionistas y agencias honestas, generalizar es cometer un error, uno en donde nos sometemos al fatalismo. Es por ello que es importante ver a la publicidad como un vehículo y no como un somnífero, como un motor de cambio y no como un tranquilizante para los nervios.
