La cantidad de agencias en el mercado parece crecer de manera exponencial aún cuando el mercado disponible parece reducirse.
Este escenario ya era previsto mucho antes de la pandemia y tiene que ver más con el valor real que los anunciantes encuentran en los servicios de estos jugadores, que aunque son indispensables, parecen haber perdido la brújula en medio de una saturación tecnológica.
Sin diferencia
El problema no distingue entre agencias de grupo o independientes. La norma parece ser la misma para todas. Es casi imposible diferenciarse y más preocupante es reconocer que este aspecto ya es visible para las marcas y clientes.
Las conclusiones del estudio Advertiser Perceptions son tajantes al respecto: el 48 por ciento de las marcas está muy de acuerdo con la declaración que sostiene que “la industria hoy está cambiando tan rápidamente que no queda claro cómo las agencias serán viables en el futuro”.
Aunque el escenario parece estar dibujado sin marcha atrás, la realidad es que existe un camino que, aunque podría ser evidente y simple, en realidad es mucho más complejo de encontrar, gestionar y comunicar de manera correcta.
Hablamos de las personas detrás de cada agencia, su compromiso, experiencia y su pasión que logran hacer de cada proyecto un éxito.
En este rubro entra Madison, agencia que centra el gran valor agregado que ofrece a sus clientes en el compromiso y experiencia de su gente, misma que plasma en cada proyecto la pasión con la que día a día trabajan para desarrollar campañas y marcas fuertes.
“Una característica de Madison, es que está formada por personas enamoradas de lo que hacen. Cada uno desde su expertise; pero todos amamos no tener trabajo si no ser recompensados por vivir nuestra pasión y hacer lo que más nos gusta. Eso afecta positivamente la calidad de nuestro trabajo hacia los clientes.” Alfredo Ramírez Chief Operating Officer de Madison.
Del fondo del corazón
Esta filosofía lleva a Madison a ser una de esas pocas agencias que diseña cada una de sus activaciones y estrategias con un toque exponencial de pasión, mismo que se genera desde el interior para entregar a los clientes experiencias totalmente únicas.
Hablamos de una agencia cuyo principal motor es el amor por sus clientes y marcas; que se gesta de un equipo que además de contar con el conocimiento necesario para atender las exigencias de cualquier marca, viven inmersos en la experiencia de descubrir y hacer experimentar momentos y vivencias nuevas día a día en cada uno de sus proyectos.
Esto entrega un plus que pocas agencias pueden entregar en su carrera por convertirse en empresas mucho más humanas.
“Hoy más que nunca es un error catalogarnos como una agencia ATL, BTL, digital, de relaciones públicas, etc. El mercado, las marcas y los consumidores exigen que seamos profesionales integrales de la comunicación y marketing. Esto lo tenemos muy claro hace muchos años. Por eso nuestros proyectos se centran en ofrecer experiencias que conecten a las personas con las marcas de una forma más creativa y humana centradas no solo en el discurso sino en las acciones que emprenden. Sin importar que medio debamos usar.” Alfredo Ramírez Chief Operating Officer de Madison.
El asunto está lejos de ser una idea tirada al aire. Las cifras hablan de que este el camino que las agencias están tomando para conseguir el éxito en un mercado cada vez más competitivo y con poco espacio para encontrar diferencias si se compite por portafolio de productos, premios y cantidad de clientes.
Un reciente estudio firmado por LinkedIn, indica que las agencias han dado un tono mucho más emocional a su comunicación, efecto que es visible en el 42 por ciento de los encuestados.
Estos cambios no serán para nada reactivos ni a largo tiempo. Es posible que se trate de una evolución constante en donde cerca de 4 de cada 10 equipos de marketing aseguran que durante los siguientes seis meses a un año, deberían de cambiar el tono de sus mensajes para no perder relevancia.
De esta manera, aunque es cierto que un portafolio completo y aderezado con toques tecnológicos siempre ganará, la realidad es que esto es apenas una parte de lo que hace a las agencias realmente diferentes a su competencia.
El ejemplo de Madison es claro. Si su portafolio es competitivo, goza de reconocimiento en el mercado, pero lo que realmente la hace la diferencia es la pasión de su equipo de trabajo impregnado en cada uno de sus proyectos y marcas.
En este sentido, Madison ha lanzado un manifiesto en el cual declara su particular filosofía que se caracteriza por un equipo enamorado de su trabajo, de sus clientes y las relaciones a largo plazo.
