Como saben he expuesto mi postura sobre las redes de mercadeo, las considero útiles, rentables y explotadoras, les veo como una opción para emprender desde esquemas distintos a los tradicionales, pero también les veo como un continuo lavado de cerebro en donde después de convertirte en zombi, la misión es morder a otros para que vivan eternamente.
Uno de los severos problemas de las pirámides es la falta de originalidad, para ser honestos, todos se dirigen con el mismo patrón de interacción hacia los clientes, todos dan predicas motivaciones y al parecer dicen están en un negocio que no son las ventas, aunque para pertenecer tengas que “vender” una cantidad determinada por mes o periodo.
La solución es ir más allá del negocio, no a todas las personas les interesa convertirse en ricas, pero si a muchas de las que ingresan les interesa salir de apuros, por tanto algo que sucede es que el protocolo que mencionamos es ejecutado en la mayoría de las veces bajo la desesperación, por tanto, cuando los clientes la huelen, emprenden la huida, pues nadie quiere hacer negocios con alguien que no tiene dinero y menos que esta dispuesto a vender su alma con tal de llegar a su nivel de puntos para ser “piedra dorada de acuario”.
No eres tu, son las pirámides, es tu forma tan igualitaria de tratar, si bien es cierto que las redes son una excelente fabrica generadora de emprendedores felices y con nuevos hábitos más metódicos, lo malo es su nivel intencional de evangelización forzada.
Por tanto no soy yo, son mis limitadas formas de ver las posibilidades que podemos adoptar de las redes de mercadeo para otros negocios, así como en las relaciones existen cosas terribles, sin lugar a dudas, también hay puntos a los cuales sacarles provecho, por ejemplo, la tenacidad, las metas y objetivos claros, así como el temperamento para colocar un monto e intentar encenderlo hasta que se convierta en una buena fogata. No eres tu, es tu negación enfermiza por evitar las ventas y desde ese panorama, sacarle provecho.