En la actualidad, las marcas buscan ya no sólo venderle un determinado producto a un cliente, sino que también desean tener una relación a largo plazo con él, puesto que consideran que es más redituable que conseguir un nuevo consumidor. En esta labor, el marketing relacional ha jugado un papel primordial, pues ha usado distintas técnicas y métodos para fidelizar a las personas. Una de las tendencias que se está implementado es la utilización del neuromarketing.
Por medio de la estimulación de los sentidos y la mente, los mercadólogos están buscando seducir la mente para que el cliente no sólo se quiera comprar algo, sino también para que se sienta identificado con la marca, con sus valores y su personalidad, de tal modo que se establezca una relación con ella.
Un ejemplo de esto es cuando en un determinado punto de venta ambienta el espacio que se encuentra por medio de determinados olores: se hacen estudios sobre el consumidor promedio, se determinan cuáles son las fragancias que prefieren y posteriormente realizan perfumes personalizados para el retailer, con la finalidad de que el cliente se sienta a gusto y quiera regresar. Hay que recordar que la memoria olfativa pasa directamente a la memoria, sin asimilarse, por lo que es uno de los sentidos con los que más deben trabajarse por el impacto que tiene.
Otro modo muy frecuente de generar un lazo por medio de la utilización del neuromarketing en el marketing relacional es a través de la música. Cuando en un determinado punto de venta se coloca música afín a los gustos e intereses del promedio de los clientes, es posible que ellos se sienta identificados, por lo que se establecerá una relación entre ambos.
La vista es otro de los sentidos que se pueden trabajar como parte del neuromarketing utilizado en el marketing relacional. A través de imágenes agradables para el consumidor, también se puede forjar un lazo con los cliente.