Necesitas actualizarte, compadre

Omar Rangel / Posadas

En semanas pasadas me tocó estar en capacitación. Confesaré que me sentía un tanto nervioso, pues aunque en teoría tenía conocimientos básicos sobre X área, en la práctica no los terminaba por dominar al 100%.

Ustedes se preguntarán…
¿Y los nervios por qué?, si ese sentimiento es normal. Nadie sabe todo de todos los temas.
A lo que yo respondería amablemente:
Sí papá, pero la capacitación la tuve con un pez gordo a nivel nacional de X empresa.

Estando ya en la capacitación me di cuenta de un par de aspectos:

  1. El capacitador era una persona muy amable, lo cual siempre facilitará el aprendizaje, además esto fomenta la participación para disipar dudas.
  2. Mis nervios por no estar a la altura se esfumaron cuando me di cuenta que había otras personas con conocimientos inferiores a los míos. Lo cual nos lleva a:
  3. Siempre habrá gente por encima y por debajo de uno. ¿En qué? ¡En todo! Conocimientos, ingresos económicos, formación profesional, etc. Lo importante es ser realista y aceptar la condición en la que estamos; no somos la última Coca-Cola en el desierto, pero tampoco somos una miseria.
  4. ¡Las capacitaciones son precisamente para aprender! Si hay algo que no conocía, ahí lo vería. O en su defecto, si ya lo sabía, ahí lo repasaría.

 

Conocer la teoría te desmarca de la borregada

Una buena cantidad de cosas que sé para mi trabajo las aprendí en campo: viendo, equivocándome, porque otros compañeros amablemente me enseñaban. No tuve un background como podrían ser las capacitaciones. ¿Está bien esa forma de aprendizaje? No fue la ideal, pero en campo lo importante es resolver rápido, que las tareas salgan a como dé lugar.

Aprender de esta forma se le llama conocimiento empírico. ¿Pero qué pasaría si en un escenario mis conocimientos empíricos quedan limitados? ¡Ah, justo aquí resalta el conocimiento teórico! Es decir, lo que sabemos al estudiarlo sin la necesidad de haberlo ejecutado.

La teoría nos ayuda a conocer distintos escenarios antes de una ejecución en campo.

Y al decir que conocer la teoría nos desmarca de la borregada es porque se tienen conocimientos de cómo funciona algo en particular. Dejaremos de hacer una acción repetitiva sin comprender lo que está pasando.

Tener conocimiento de lo que haces es ofrecer un plus a tus clientes. ¡Imagínate cómo te verás si un cliente o alguna otra persona tienen dudas sobre el servicio o producto que le ofreces y no sepas contestar!

Cuando los clientes perciben que dominas lo que haces es seguridad para ellos. Te haces de una buena reputación, lo cual es abrirte camino para nuevos clientes.

 

Conclusión

¿Tener conocimientos teóricos es infalible para resolver algún problema? Por supuesto que… ¡no! Curiosamente lo teórico y la práctica no siempre compaginan. ¿Por qué? La neta no lo sé, pero me ha tocado experimentarlo. Como dice una vieja frase si algo funciona bien, ni le muevas.

Cierto, la teoría podría ser algo tediosa si no es acompañada de práctica. No obstante, la necesitamos. Si nuestro propósito es crecer personal y profesionalmente, sí o sí es importante comprender lo que hacemos en nuestro trabajo dejando de lado sólo ejecutar sin entender el por qué, el para qué o el cómo de lo que estamos haciendo.

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