Los empleados de una empresa son el alma que mantiene vivo a un negocio.
No se trata sólo de personas que cumplen con sus obligaciones a cambio de un salario, sino de gente que cooperan con sus habilidades respectivas a un proyecto.
A diferencia del equipo de cómputo y las maquinarias, las personas no requieren de mantenimiento o reparaciones.
La realidad es que los colaboradores requieren de un tipo diferente de estímulo que va más allá de salarios y prestaciones.
De acuerdo con Inc.com y Forbes, estos son algunos consejos para mantener motivados a los empleados de la empresa.
Confianza
Es importante hacerle saber a los empleados que uno confía en ellos. No se trata solo de una formalidad o una manera de ganarse su simpatía: hay que confiar (de verdad) en las capacidades de las personas involucradas en la operación y comunicárselos de manera directa.
Propósito
Un empleado sin propósito es como un barco a la deriva; puede tener toda la energía y la capacidad de ir a donde sea, pero sin una dirección esto es un desperdicio. Es importante que ellos conozcan cuál es exactamente su función en la empresa y, ante todo, reconozcan su importancia dentro de la misma.
Ser positivo
Contrario a lo que parezca, no se trata de una noción hippie o new age. Si el líder en la empresa es positivo, el resto de sus trabajadores se contagiaran de esa actitud. Por supuesto, esto no puede fingirse o, de lo contrario, los empleados lo notarán y resultará contraproducente. El líder siempre debe ser positivo.
Individualidad
La motivación a un empleado debe ser, de preferencia, de manera individual y personal, no solo como un equipo. Si el líder se acerca a un trabajador y lo alienta de manera personalizada, se habrá ganado a un trabajador leal y motivado.
Interesarse en la trayectoria del empleado
La actitud de un empleado puede mejorar si se le muestra interés real en su superación profesional. Consejos de trabajo y coaching, así como incluso la posibilidad de un diplomado, son grandes incentivos para los trabajadores.