Democratizar no es lo mismo que vulgarizar. Deseo iniciar con esta premisa, con la que nos advierte que no es lo mismo que se hable de un tema, a que se profundice al respecto, a que se vuelva ciencia. Para mi opinión la democracia requiere de acción que va más allá de la viralización y conversación superficial.
Para conseguir que un tópico mute a un estilo de vida, los mercadólogos sabemos que lo fundamental es segmentar, por ende, ni todos los esfuerzos son para todos, ni todas las dictaduras son para siempre.
Cada propuesta que se edifique para adentrarnos al marketing debe ser bienvenida, probada y evaluada, nadie vende pan caliente, pero menos frío. Seguido de la segmentación, es interesante subrayar que segmentar es excluir, pero nuestros tiempos nos exigen integrar, por lo que cada una de las ofertas en materia de democratización deben estar enfocadas a ciertos perfiles, sin que sus atributos sean tan elitistas que segreguen o discriminen tácitamente.
Clases, talleres, cursos, foros, conversatorios, repentinas, concursos y mezclas de las anteriores modalidades, se realizan desde universidades, gobiernos y empresas. El objetivo es profesionalizar el trabajo de los que hacemos marketing, a la vez que se construye el escenario perfecto para desmitificar los atributos erróneos que se tienen del sector.
La misión es tremenda, pues como he mencionado líneas atrás, la dualidad de buscar la democracia, nos remite a suponer que solamente algunos serán incluidos. En las democracias las mayorías gobiernan, por lo que se sobreentiende que algunas partes serán omitidas. Tal vez los que pueden pagar, los que están dispuestos a alinearse al fascismo de las propuestas existentes o aquellos que echan a andar las propias, temerarios guerreros que están dispuestos a luchar por tan épica encomienda.
Hace unos días atrás se celebró uno de los eventos de marketing que más me agradan, EXMA es una de las nuevas plataformas que están cobrando fuerza en diversos países. La visión de Fernando Azures es precisamente el título de mi colaboración. Este colectivo me ha invitado en tres ocasiones, por desgracia en esta vez que se celebró en nuestro país, no pude por más que quise empatar la agenda. Les comparto las bondades que he visto en este importante foro:
- Se atiende de igual forma a los ponentes extranjeros que a los locales, lo cual nos habla de una verdadera democratización, comenzando por los speakers.
- Se establecen mecanismos de difusión con anticipación, para que los asistentes puedan adquirir sus espacios y planear sus agendas.
- Se abre el espectro para abordar diversas aristas del marketing, incluso algunas que son experimentales.
- Se fomenta el networking y se estimula que los participantes convivan entre si, pero además, con los ponentes.
En el mundo del marketing muchos nos regimos por la envidia (dicha emoción no promueve la participación, la contrae), lo único que sé es que esa práctica no nos lleva ni a la profesionalización, ni a la democracia. Participemos en lo que queramos, en lo que nos interesa, demos feedback continuamente, hagamos que la industria se sienta orgullosa de nosotros, primero cumpliendo con lo que ofrecemos, segundo exigiendo cumplan con lo que nos han ofertado.