Mini Cooper proyectó imágenes sobre algunos rascacielos en Frankfurt, Alemania, para promover el Mini Clubman. La campaña tuvo como marco la Exposición Internacional del Automóviles 2007, que se lleva a cabo en esta ciudad.
Las protestas de otras compañías no tardaron en hacerse presentes, por lo que Mini tuvo que parar el show de luces y en su defecto colocar un mensaje que rezaba “¡no me mires!”. El incidente benefició a la empresa y llamó más la atención del público.